SALTO CUÁNTICO: La imposición en México del pro intervencionista esquema "terrorista"
- 4 Vientos
- 23 may
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“Sin desarrollo nacional no hay bienestar ni progreso. Cuando hay miseria y atraso en un país, no solo sucumben la libertad y la democracia, sino que corre peligro la soberanía nacional”.
Arturo Frondizi.

La mejor fórmula para invadir un país es declararlo incapaz de contener a sus grupos delincuenciales, elevar estos a rango de "terroristas", promover una campaña mediática basada en la supuesta incompetencia de las autoridades policiacas y castrenses, así como de sus poderes legalmente constituidos.
José Luis Treviño Flores* / 4 Vientos
Es muy sencillo penetrar en el ánimo popular a través de organizaciones políticas internas que comparten una visión intervencionista.
En más de una ocasión Donald Trump ha sugerido a la presidente de México, Claudia Sheinbaum, que permita la entrada del ejército estadounidense a territorio nacional.
Por supuesto que en cada ocasión la respuesta ha sido un rotundo no y, a cambio, la jefa del poder ejecutivo mexicano ha optado por la colaboración y el uso compartido de inteligencia, así como la solicitud al bélico vecino de que mejor frene el tráfico de armas hacia territorio mexicano.
Las acciones en materia arancelaria por parte del gobierno de Estados Unidos también son otra manera de coaccionar para obtener sumisión o negociaciones desiguales para nuestro país.
En columnas anteriores he manifestado la importancia de que México busque otras alternativas de comercio con países menos interesados en intervenciones y más en generar un mercado reciproco.
Por más que los detractores desinformados del ámbito geopolítico vociferen que la China comunista es el diablo, su política económica externa va encaminada hacia la cooperación financiera y la conectividad, a la vez que se busca un equilibrio entre la dependencia de las exportaciones y el crecimiento del consumo interno.
La cooperación financiera centrada en la asistencia mutua tiene la particularidad de crecimiento compartido.
Aún para aquellos que siguen pronunciando el falso costo humano mediante el cual el país asiático logró convertirse en la mayor potencia tecnológica e industrial del planeta, es evidente la calidad de vida de los ciudadanos del coloso asiático.

Recientemente, el youtubero IShowSpeed (vestido de rojo) visitó China y sorprendió su nivel de ignorancia, prejuicio y enajenación intelectual y social producto de tantos decenios de manipulación mediática que sobre él y sus conciudadanos ha ejercido el sistema político y económico de su país (Imagen: Agencia Reuters).
Recientemente, el youtuber iShowSpeed visitó China y su sorpresa fue encontrar un país con un avance impresionante: condujo el auto más avanzado del mundo, se subió a un taxi dron por primera vez, encontró una avanzadísima Inteligencia Artificial (IA), lentes que hacían traducción en tiempo real, ciudades salidas como de Cyberg punk y constató que todo lo que Estados Unidos ha dicho de China es falso.
Y China no es capitalista. Tiene un modelo socialista encaminado a superar aún más los retos de continuar alargando la expectativa de vida, salud y real bienestar de su población.
Por eso pregunto: ¿hasta cuándo el gobierno mexicano va a buscar entrar al BRICS+?, porque el modelo capitalista neoliberal ya es obsoleto.
Los programas de bienestar en nuestro país están aún en la medida de otorgamiento de efectivo a las clases más desprotegidas. Sin duda es un primer paso, pero eso no saca de la pobreza extrema a nadie.
Este tipo de programas se presta mucho a una política clientelar. Y si no lo es, la oposición de derecha se encarga de asegurar que sí.
Hay que dejar bien en claro una cosa fundamental: el gobierno de Morena no es socialista. Es más, ni siquiera de total izquierda. Está dentro del modelo capitalista que tiene las buenas intenciones de a ayudar a los más pobres.
Es pregonar, como dice su lema, “por el bien de todos, primero los pobres”, pero no se puede continuar con el mismo modelo asistencialista.
Se debe dar el salto hacia el completo bienestar; esto es buscar mejores opciones de mercado e irse desligando del saqueo permitido de nuestros recursos y contraído por los gobiernos neoliberales.
Algunos de mis lectores me han reclamado las últimas columnas. Que si no me asumo dentro de la 4T o que si ya me volví conservador y hasta traidor, me han dicho algunos. No es el caso.

Ningún funcionario público es infalible y por muy buenas intenciones que existan desde los poderes legislativo, judicial o ejecutivo, son susceptibles de crítica constructiva y fundamentada.
Sería hermoso ver a Claudia Sheinbaum en la próxima reunión de los BRICS+ en el mes de julio, en Rio de Janeiro.
Ya no es cuestión de posturas ideológicas, es una necesidad obligada ante un imperio estadounidense con brutales posturas económicas para tratar de no perder su poder hegemónico cada vez más decadente.
Es muy evidente que la ultraderecha global y sus intenciones de cristianismo de estado han estado trabajando arduamente. Eduardo Verastegui tiene picaporte en la Casa Blanca y ha estado relacionándose con las cúpulas radicales.
Desde el partido VOX español, de características ultraconservadoras, está moviendo hilos intervencionistas del más alto nivel. Su discurso hipócrita guadalupano y su alegato continuo de “dios bendiga a México”, así como su asistencia a diversos congresos neofascistas y neonazis en toda Latinoamérica para abrir brecha y atacar a gobiernos progresistas, lo evidencian.
Recientemente han ocurrido acciones preocupantes en materia de secuestros y atentados a funcionarios de primer nivel en nuestro país, como el asesinato de Ximena Guzmán y José Muñoz, secretaria particular y asesor de Clara Brugada, respectivamente.
Este último atentado no es cosa menor. Tiene implicaciones muy profundas que no se pueden descartar o minimizar.
Detrás de la pantalla de los buitres carroñeros de ultraderecha, tratando de vincular inmediatamente el hecho criminal como un “ajuste de cuentas del narcotráfico”, hay una clara intención de desestabilización.
Claudia Sheinbaum, Omar García Harfuch y el gobierno capitalino deben llegar hasta el origen de estos terribles asesinatos.

¿Qué hay realmente detrás de los acontecimientos? Que se diga la verdad, que no se oculte nada en aras de proteger políticamente a nadie; ni siquiera al Estado mexicano.
Son acciones lamentables e, insisto, muy preocupantes si reflexionamos en el entorno geopolítico que acabo de plantear en los párrafos anteriores.
Tal vez sea necesario reorientar el discurso. Tal vez algo se está haciendo mal. Tal vez existen muy oscuras intenciones de organizaciones del poder económico y, solo tal vez, ya lo saben todo.
Latinoamérica entera se encuentra en una encrucijada histórica nunca antes vista y México es el “big brother” por su posición geográfica, pero Brasil ya se adelantó, al igual que Venezuela. Y Colombia está dando muestras de atender una agenda del sur económico emergente.
Muy difícil, pero no imposible, responder con otro discurso a Estados Unidos.
Donald Trump y su banda ultraconservadora nos quiere doblegados y no va a quitar el dedo de la llaga: quiere una base militar en nuestro país y se va a valer de todo, incluso financiando grupos terroristas para desestabilizar y tener un pretexto, obviamente respaldado por nuestros “queridos” oligarcas a quienes jamás les ha importado México.
Para la plutocracia del país, si por ellos fuese, lo mejor es pedir a gritos ser un estado anexado a la Unión Americana.
Son tiempos de decisiones profundas y Claudia Sheinbaum debe decidir su verdadera agenda y encaminar su gobierno a la concepción y puesta en marcha de otras visiones y prácticas, o seguir jugando a la negociadora eterna para alcanzar, cuando mucho, escasos o nulos beneficios para el país y su población.
“Pero si ese hombre (o mujer) olvida que se debe al pueblo y no respeta derechos ni constituciones, el pueblo tiene la obligación de recordarle los deberes de la altura e imponerle su soberanía, si no por la razón, ¡por la fuerza!”
Leandro Aleem.
* José Luis Treviño Flores es profesor y activista social en Juárez, Chihuahua, en donde es subdirector académico de la Secretaría de Educación Pública.
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