Puerto indeseado, huachicoleo, gentrificación y grave alteración costera, el colofón en El Sauzal
- Javier Cruz
- 30 jul
- 17 Min. de lectura
Actualizado: 31 jul
Independiente al cierre definitivo de una de las playas emblemáticas de Baja California para practicar surf y de los 19 daños ambientales y sociales que provocará en El Sauzal, la posible ampliación del puerto en esa localidad a partir de 2025 acrecentará el desgaste del litoral costero donde se ubican un hotel cuatro estrellas, instalaciones de almacenamiento de gasolinas y diésel de Petróleos Mexicanos (PEMEX), y un plantel del Centro de Estudios Tecnológicos (CET) del Mar.
Javier Cruz / 4 Vientos

Además, de llevarse a cabo el proyecto que al menos desde 2003 impulsa el piloto de Marina Mercante Ricardo Thompson Ramírez, un empresario bajo investigación por presunto tráfico ilegal (“huachicoleo”) de 15 millones de litros de hidrocarburos en Coahuila, y doble concesionario del puerto sauzalense, la federación deberá invertir decenas de millones de pesos del erario para aumentar y dar mantenimiento a la profundidad del dragado en la dársena y canal de navegación, así como a los muelles de atraque.
Esto, en el pasado, provocó que la ex Secretaría de Comunicaciones y Transportes –hoy Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT)- recomendara en 2003, 2007 y 2010 no aprobar ampliaciones al hasta hoy puerto de pesca, cabotaje y altura, en virtud de la presencia masiva de material pétreo de gran dureza en el lecho marino del puerto.
Eso, afirmó la dependencia federal, limita y encarece el dragado en el canal de navegación y dársena de maniobras, además de poner en riesgo la estabilidad de toda la infraestructura portuaria si se utiliza dinamita para retirar la roca con el objetivo de aumentar la profundidad.
A ello el colectivo Ensenada Digna, que aglutina a decenas de ambientalistas, activistas del sector científico y técnico, vinicultores, surfistas locales e internacionales, así como ciudadanos que radican en El Sauzal y otras localidades de Baja California y el extranjero, agrega la situación “anacrónica, ineficiente y contaminante” del puerto en su versión actual.
En un comunicado, la organización presentó los resultados de un estudio hecho estos días al recinto portuario, el cual se construyó “sin estudios oceanográficos adecuados”, por lo que sus muelles y escolleras modificaron los patrones naturales de oleaje y sedimentación, haciéndolo “físicamente incompatible con su entorno”.
El colectivo determinó:
“El resultado ha sido una acumulación de impactos: erosión costera, pérdida de calidad en las rompientes históricas de oleaje para surf de la zona y aguas turbias con altos niveles de contaminación química, tanto en el mar como en los sedimentos, incluyendo residuos persistentes de diésel y otros hidrocarburos”.
Otro hecho.
La hipótesis acerca del sobreprecio que representa la limitante del dragado en El Sauzal, hoy la traduce la Secretaría de Hacienda en una inversión pública-privada estimada en cuatro mil 985 millones de pesos, presupuesto que no precisa el costo de ampliación de la profundidad del puerto que inició como icónica villa pesquera en la década de 1930 con el arribo de pescadores japoneses, estadounidenses y nacionales.
De acuerdo con el documento “Reglas de Navegación del Puerto de El Sauzal, B.C.”, en la actualidad el canal de navegación cuenta con un calado de siete metros, apenas uno más con el que inició operaciones de cabotaje y altura entre 1997 a 2003.
La propuesta 2025 para la modernización y ampliación de la terminal portuaria que apoya el gobierno prianmorenista de Baja California, y presentada por la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) que controla los puertos Costa Azul, El Sauzal y Ensenada, extraoficialmente proyecta cavar a profundidades que van de los 9 a los 17 metros.
La primera marca permitiría el arribo de barcos para el transporte de contenedores estándar; es decir, buques de hasta 12.5 metros de calado y capacidad de transporte de hasta cuatro mil contenedores.
Se trata de embarcaciones muy distantes a los gigantes de las aguas –“Triple E”- que tienen capacidad de transporte de más de 18 mil contenedores, con eslora de más de 400 metros y un calado de 15.5 metros.
Estos buques podrían ingresar a El Sauzal siempre y cuando se llegue a la hipotética cota de 17 metros de profundidad en el canal de navegación, dársena de maniobras y pie de muelles.

NO, PERO SIEMPRE SÍ
Al nuevo proyecto de ampliación que en realidad gestiona el coordinador de Puertos y Marina Mercante de la Secretaría de Marina, capitán de altura Manuel Fernando Gutiérrez Gallardo –ex titular de la ASIPONA Ensenada en el periodo agosto 2020 / abril de 2024, en donde convivió con el empresario Ricardo Thompson cuando éste obtuvo 13 contratos públicos de obra por casi 50 millones de pesos-, se opone el colectivo de 34 asociaciones civiles de Baja California, Estados Unidos y el resto del país.
Esta organización civil destaca que el nuevo plan contradice los argumentos que la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) utilizó en marzo de 2021 para negar un permiso ambiental a la transnacional holandesa Boskalis.
El consorcio internacional, líder mundial en el campo del dragado, la infraestructura interior, la energía marina, el remolque y el salvamento marítimo, presentó a revisión ambiental, en 2020, un proyecto para extraer y comercializar -en 20 años- hasta 50 millones de metros cúbicos de sedimentos en una amplia zona marina localizada frente al puerto y ciudad de El Sauzal.
Una coalición integrada entonces por pescadores y acuicultores privados y sociales, acompañada por científicos, grupos ambientalistas y habitantes de El Sauzal, logró convencer a la SEMARNAT de que aprobar el plan de la transnacional para dragar los ricos sedimentos del fondo marino provocaría daños irreversibles al sector pesquero y acuícola de la zona.
Esto a consecuencia de la contaminación y la destrucción del frágil pero rico hábitat local, que es sustento de la flora y fauna marina.
Además, la autoridad federal negó el permiso ambiental aduciendo graves deficiencias de información en el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) que la transnacional holandesa presentó a evaluación.
Sin embargo, cinco años después, el gobierno federal hace a un lado aquellos argumentos ecológicos.
Ahora, a través de la Secretaría de Marina, impulsa la cuarta propuesta del sector empresarial para “ampliar” y “modernizar” las instalaciones del puerto, lo que beneficiará a compañías navieras multinacionales dedicadas al transporte de contenedores, así como a consorcios energéticos con quienes Ricardo Thompson tiene intereses.
Esto se confirma con hechos.
¿TRAFICANTE DE INFLUENCIAS?
Entre 2018 a 2024, el piloto de marina mercante se dio a la tarea de consolidar al menos tres empresas que fortalecerían su participación dominante en el nuevo proyecto de ampliación de El Sauzal.
En ese periodo, en el cual trabó amistad con el actual coordinador de Marina y Puertos Mercantes de la Secretaría de Marina (SEMAR), reorientó el objetivo social de las sociedades mercantiles Servicios Portuarios, S.A. de C.V., que fundó en 1993, y Dragados y Puertos, S. de R.L. de C.V., creada por él y su hijo -Ricardo Thompson Navarro- en 2009.
Con los cambios, las dos empresas centraron sus metas en comercializar, importar y exportar productos petrolíferos -hidrocarburos incluidos-, así como construir y operar estaciones de servicio de cualquier tipo para almacenar, mezclar, suministrar, comprar y vender artículos elaborados por Pemex Refinación.
Es decir, se adelantó a la vocación de hidrocarburos que ahora se quiere imponer en El Sauzal.
Asimismo, conservó los objetivos originales de manejar contenedores con todo tipo de carga comercial, industrial y a granel agrícola y/o minero, por las vía terrestre, marítima y ferroviaria.
Al respecto, destaca la coincidencia de que el nuevo plan portuario incluye la construcción de un ramal de ferrocarril entre El Sauzal y Tecate (o Mexicali), en la frontera con California, así como aumentar la movilización de contenedores en dos recintos portuarios –Ensenada y El Sauzal-, distantes apenas 10 kilómetros.
Durante el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo, ¿cuál es la meta del gobierno federal de incremento anual en la movilización de contenedores en los puertos bajacalifornianos?
De los 400 mil actuales a seis millones.
El gran cliente de las compañías creadas por Thompson ha sido la Empresa del Estado Mexicano Exportadora de Sal, S.A. de C.V., así como la APISONA Ensenada.
Entre las dos dependencias del gobierno mexicano, en un lapso de cuatro años -2020 a 2024- dieron al piloto contratos de obra por un monto cercano a los 50 millones de pesos, según reportó una investigación del diario El Universal.
Gerardo Novelo Osuna, Ricardo Thompson Ramírez y Ernesto Ruffo Appel, unidos en un tema espinoso. ¿Lograrán salir impunes? (Imágenes del Senado de la República, N+ y Senado de la República).
EL “HUACHICOL” LOS UNE
La tercera empresa de los Thompson, con Ernesto Ruffo Appel –exgobernador de Baja California- primero agazapado y después visible por el escándalo judicial relativo a una presunta falsificación y robo de acciones mercantiles, es Ingemar, S.A. de C.V.
Esta compañía se fundó en octubre de 2018 y se hizo famosa cuando en marzo se involucró en el decomiso de 15 millones de hidrocarburos que importó a México de manera engañosa.
Se trató de una trama de tráfico ilegal de diésel y turbosina que arrancó en El Sauzal: luego pasó a Tampico y Altamira (Tamaulipas, 18 mil litros de diésel); y terminó el 7 de julio en Ramos Arispe y Saltillo (Coahuila) con poco más de 15 millones de gasolinas, diésel y otros destilados de petróleo contenidos en carro tanques ferroviarios.
El secretario de Seguridad y Protección Civil (SSPC), Omar García Harfusch, afirmó que los tres actos ilícitos están relacionados con personajes y empresas afines al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El golpe a la delincuencia organizada fue contundente, ya que se le confiscó más de 33 millones de litros de hidrocarburos para convertirlo en “el decomiso más grande que se ha hecho en el país”.
En El Sauzal, la indignante confabulación unió, directa o eventualmente, a Thompson Ramírez, a Ernesto Ruffo y al exsenador morenista Gerardo Novelo Osuna.
El último de ellos goza de un amparo judicial para evitar ser interrogado o detenido con relación a otro reciente caso de robo de hidrocarburos -7 millones 944 mil litros- almacenados en una de sus propiedades en El Sauzal: un terreno de 18 mil 500 metros cuadrados.
La protección se la otorgó en abril la juez Octavo de Distrito con sede en Ensenada, Marisela Reyes Calderón, luego de que el también empresario turístico e inmobiliario reportó haber recibido un citatorio para que se presentara a declarar en la Agencia del Ministerio Público Federal adscrito a la Fiscalía Especial de Investigación de Delitos en Materia de Hidrocraburos, Derechos de Autor, Asalto y Robo de Vehículos de la FGR, en la Ciudad de México, por lo que temía ser detenido en ese lugar.
En el operativo que el 28 de marzo encabezó el Ministerio Público federal en coordinación con funcionarios de PEMEX, las secretarías de Seguridad y de la Defensa Nacional, así como la Guardia Civil, se aseguraron además 46 remolques tipo cisterna con capacidades promedio de 31 mil litros. Uno de ellos contenía cuatro mil litros de hidrocarburos.
Los energéticos se trasladaban al predio de Novelo desde el recinto portuario de Ensenada, 10 kilómetros al sur de El Sauzal, en donde las empresas transportistas Mefra Fletes, S.A. de C.V., y Autolíneas Roca, SAPI de C.V., ligadas al huachicol fiscal en Altamira y Tampico, operaron impunemente en el gobierno de Ensenada que presidido por seis años Armando Ayala Robles, hoy senador por Morena y aspirante a la gubernatura de Baja California.
El descarado huachicoleo también creció y operó arbitrario durante los mandatos estatales de Jaime Bonilla Valdés y Marina del Pilar Ávila Olmeda.
Igualmente, la gasolina, diésel y turbosina ilegal se desembarcaba y salía del recinto portuario de Ensenada sin que nadie se diera cuenta.
¡Un auténtico milagro!
No sorprende entonces que, una vez que estalló el escándalo gracias a que vecinos de El Sauzal reportaron fuertes olores a gasolina en un predio que resulto ser propiedad de Novelo, éste se deslindó del crimen porque, dijo, desconocía a qué se dedicaba quien lo rentaba.
Este padecimiento de “ceguera inquilinaria” no es raro el Ensenada.
En los 90 del siglo pasado otro empresario local rentó a miembros del cártel de Tijuana –Arellano Félix- un conjunto de bodegas que sus desconsiderados inquilinos utilizaban para almacenar cientos de autos de lujo robados en el suroeste de los Estados Unidos, para luego venderlos en el mercado asiático.
En aquella ocasión el inocente rentista logró evitar la cárcel aduciendo que no sabía que sus inquilinos realizaban jugosos negocios ilícitos en su propiedad.
Tardó poco más de un año en saberlo.
Y eso porque elementos de la hoy desaparecida Policía Judicial Federal, acompañados por militares y marines, entraron a sus bodegas y decomisaron decenas de vehículos robados en los Estados Unidos, trasladados a Ensenada y embarcados a Oriente sin que los distraídos agentes aduanales y autoridades portuarias locales se dieran cuenta.
¡Pobrecitos, tan ciegos ellos!
Por eso no sería raro que pase lo mismo en el caso del exsenador bajacaliforniano, quien llegó al Congreso de la Unión como suplente de Jaime Bonilla Valdez.
Novelo Osuna aceptó en un mensaje en redes sociales que desde octubre de 2005 rentaba el terreno a Luis Francisco Rodríguez (“Gussy”), un nativo de Ensenada del que solo se sabe que hoy es prófugo de la justicia.

DE CUELLO BLANCO
Otros que están bajo investigación de la Fiscalía General de la República (FGR) son Ricardo Thompson y Ernesto Ruffo Appel quien, en el gobierno de Vicente Fox, siendo encargado –“Zar” le decían- de asuntos fronterizo, identificó en Baja California zonas territoriales con gran potencial de inversión privada que posteriormente él aprovechó con fines personales.
Entre ellos un aeropuerto internacional de carga y pasaje, la explotación de un rico yacimiento de titanio y un megaproyecto portuario multimodal.
De ellos 4 Vientos escribirá en fecha próxima.
De momento, la fiscalía indaga su relación con Ingemar y cómo fue que esta compañía obtuvo cuatro permisos para importar casi 500 millones de litros de gasolina, turbosina y diésel, beneficio que obtuvieron en 2023 de la Dirección de Petrolíferos de la Subsecretaría de Hidrocarburos en la Secretaría de Energía (SENER), entonces dirigida por Miguel Ángel Maciel.
Ruffo y los Thompson, así como el cuarto accionista de Ingemar – José Merino Valdez Cuervo-, afirman que no están vinculados con el huachicol fiscal, pero tendrán que dar pormenores de cómo su empresa obtuvo los permisos de importación sin contar con una red profesional de distribución y almacenamiento, no tener experiencia previa en el sector energético y obtener los documentos de importación en un tiempo muy abreviado.
En una entrevista del diario neoleonés Acceso, Beatriz Marcelino, presidenta de la Asociación de Distribuidores y Expendedores de Energía (ADEE), cuestionó la generosa y pronta respuesta de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) a la petición de Ingemar, lo que contrasta “con las trabas regulatorias” que la dependencia tradicionalmente impone a cientos de solicitudes de anuencias de importación o de apertura de estaciones de servicio hechas por otras compañías adheridas a la organización.
“Estamos hablando de trabas de tres o cuatro años. Es una demora que ningún negocio puede soportar entre el pago de rentas, sueldos y seguridad mientras te dan el permiso… Y de pronto llega un nuevo jugador que ya obtuvo cuatro permisos, incluyendo hasta la importación de siete millones de litros de turbosina”, denunció Marcelino.
Estas inconsistencias y contradicciones destacan porque, en la nueva propuesta para ampliar el puerto, se agrega la construcción de un área para almacenar y distribuir hidrocarburos, incluida la turbosina para aviones, así como manejar millones de contenderos en tráfico terrestre al suroeste de los Estados Unidos.
Es una casualidad que no puede dejarse pasar por alto.

EL NEGOCIO, LA RECAUDACIÓN Y EL DESCRÉDITO
Ahora, como hace 15 años, la ASIPOMA de Ensenada es la gestora pantalla del proyecto portuario.
Destaca la exhibición que la administradora portuaria hace sin inhibición del verdadero objetivo del plan: hacer un negocio redondo para los concesionarios y usuarios de la terminal marítima.
El gobierno federal también tendrá su tajada.
La Secretaría de Marina, al presentar en la conferencia matutina de la presidenta Sheinbaum el programa sexenal portuario, informó que las obras de ampliación en El Sauzal y Ensenada reportará una ganancia del 223% producto de una extensión aproximada del 85% en el recaudo aduanero, lo que permitirá la captación adicional anual de 440 millones de pesos.
La responsable portuaria tampoco disimula para desvirtuar y minimizar la protesta de las organizaciones civiles al afirmar que se trata únicamente de la oposición “de los surfistas”.
Olvida que hace dos años, en un diálogo con los representantes de decenas de grupos opositores al proyecto, el capitán de altura Fernando González, entonces director de la ASIPONA Ensenada, afirmó que no existía ningún proyecto para ampliar el proyecto.
“La ASIPONA de Ensenada no hará nada que afecte al patrimonio natural, cultural, histórico y/o deportivo en El Sauzal. Somos una institución con responsabilidad social, respetuosa del ambiente y de la normatividad”.
(Fernando González Gallardo).
Se trató de una mentira que hoy quedó al descubierto.
LA RESERVA, EL OLEAJE Y LA GENTRIFICACIÓN
Ensenada Digna menciona que son 19 impactos ambientales y sociales negativos los que puede provocar la imposición del plan portuario.
En ellos se incluye la desaparición de la única playa arenosa de El Sauzal –“Stacks”-, que además es uno de los siete sitios costeros que en 2014 recibieron la designación de “Reserva Mundial de Surf”.
La Reserva, declarada así por “Save the Waves Coalition” (STW), una organización internacional sin fines de lucro que trabaja en coalición con diversas organizaciones dedicadas a proteger los ecosistemas de surf en el mundo, abarca la Bahía de Todos Santos y en su momento fue la primera Reserva Mundial de Surf en México y la segunda en América Latina.
La declaratoria contó con el aval de la SEMARNAT, dependencia que hoy puede traicionar su compromiso de proteger y conservar las características únicas de la zona: olas de alta calidad durante todo el año, atributos ambientales distintivos, su historial de surf y su amplio apoyo comunitario.
Además de Stacks, la Reserva incluye las playas Salsipuedes, San Miguel –considerada el origen de la cultura mexicana del surf-, 3M's, y el spot de olas grandes (“Killers”) en Isla Todos Santos, que pueden alcanzar hasta 60 pies de altura (18,28 metros) por lo que atrae a los mejores surfistas profesionales del mundo.
Así, para quienes practican cotidianamente este deporte en algún punto de la Reserva, la ampliación de El Sauzal significa la muerte definitiva de Stacks, así como la entrada a terapia intensiva de otra playa emblemática para el surf mundial: 3M´s (Tres Emes).
Es un hecho comprobado científicamente que la construcción del puerto pesquero y de cabotaje en1982, con una ampliación menor en el periodo 1998 a 2003, ya modificó la dinámica de oleajes en la zona costera y con ello afectó al litoral costero en El Sauzal.
Además, concluyó que hacer modificaciones para ampliar el tamaño y capacidad de la instalación portuaria, como el “Plan de Crecimiento del puerto El Sauzal” que Thompson y su gestor federal –la ASIPOMA Ensenada- propusieron en 2009, que es casi lo mismo al proyecto 2025, con el agravante de las instalaciones para hidrocarburos, aumentará significativamente los perjuicios al oleaje y al acantilado costero de la zona.
Y por lo mismo impulsará la gentrificación de la comunidad sauzalense y de los pujantes sectores gastronómico, pesquero y acuícola, hotelero, comercial, industrial y habitacional asentados por años a lo largo de su zona costera.
El problema lo estudió la doctora Violeta Zetzangari Fernández Díaz, profesora e investigadora del Instituto de Investigaciones Oceanológicas (IIO) de la Facultad de Ciencias Marinas en la universidad bajacaliforniana.
Lo hizo cuando, para obtener el título de Maestra en Oceanografía Costera, presentó la tesis “Modificaciones de la dinámica costera debido a la ampliación del puerto El Sauzal, Baja California, México.”
Citando a cuatro especialistas mexicanos en oleaje que antes de ella hicieron estudios acerca de la contrariedad, estableció:
“Las estructuras de ampliación del puerto modifican el campo de oleaje principalmente en la región Sur aledaña al puerto, debido a la dirección de aproximación de las olas (NW) y la difracción de las mismas al tocar las estructuras. Sin embargo, también se presentan modificaciones del oleaje en la zona Norte al puerto ya que la dirección de arribo es del SW.”
Estas modificaciones, agregó, se traducen en incrementos de la altura de ola que oscilan entre 0.5 y 1 metros, en ambos casos.
“La zona costera más afectada por la ampliación del puerto es la curva anterior al hotel Las Rosas (propiedad de la familia del exsenador Gerardo Novelo). Sin embargo, los cantiles que se encuentran en la zona frente a la refinería de Pemex y el CET del Mar también se verán afectados.”
Violeta Zetzangari Fernández Díaz).
Igualmente lanzó una afirmación que, por desgracia, resultó profética:
“La erosión no prevista de un cantil –como sería el caso de la ampliación del puerto- puede causar resultados dramáticos que se traducen en pérdidas económicas y, en algunos casos pudiendo llegar hasta la pérdida de vidas humanas.”

ANDRÉS Y EL RESULTADO DE LA NEGLIGENCIA
La tarde del 25 de enero de 2023, el conocido surfista Andrés Pérez falleció cuando su vehículo se precipitó al vacío de un acantilado afectado por el cambio de oleaje y las lluvias en la playa Tres Emes, al norte del puerto El Sauzal.
Pérez, reconocido por la Asociación Mexicana de Surf como un destacado surfista profesional, diseñador y constructor de tablas para practicar el deporte, había pasado al mediodía por el mismo sitio donde fue el accidente y no tuvo problemas para pasar, pero al regresar horas después a la zona en camino a practicar su pasión, el precario camino de tierra en lo alto del cantil simplemente ya no estaba.
“Debido a que los cantiles son el elemento más sensible a los procesos costeros, la modificación de ellos resulta de interés por ser éstos los que determinan los patrones de erosión de la zona”, determinó en su estudio la especialista de la Universidad Autónoma de Baja California.
Explicó que, para que un cantil esté activo, es decir que presente erosión, es necesario que las olas que arriban excedan una cierta altura conocida como “altura crítica" y que los materiales del cantil sean susceptibles a ser erosionados por ese oleaje.
De acuerdo con esto, un cantil que actualmente esté activo ya ha cumplido con esas condiciones. Por lo tanto, cualquier incremento en la altura del oleaje que arribe al pie de ese cantil incrementará la erosión.
Se trata de un conocimiento científico que hasta la ASIPOMA Ensenada incluyó en el Manifiesto de Impacto Ambiental Regional del proyecto de desarrollo del puerto en 2009.
“Actualmente –precisa la especialista-, los cantiles que se encuentran en la zona de El Sauzal están clasificados como cantiles activos; es decir, la altura de ola que arriba a ellos es suficiente para erosionar el material que los compone.”
Recuerda que el Plan de Crecimiento del puerto El Sauzal era un proyecto que tenía la finalidad de hacer en El Sauzal un puerto de altura mediante una ampliación.
Por lo que determinó:
“Los resultados presentados en este trabajo muestran que dicha ampliación modificará el patrón de oleaje que arriba a la zona, difractando (desviando) las olas hacia el Sur, principalmente, e incrementando su altura en un rango de entre 0.5 a 1 metros con respecto a la altura de la ola actual.”
Y claramente afirma que los cantiles ubicados en la curva anterior al hotel Las Rosas son el ejemplo más claro de erosión dentro de la zona de estudio.
“Si la altura de la ola actual ya excede la altura crítica, un incremento de entre 0.5 a 1 m de altura debido a la ampliación del puerto podría traer graves consecuencias, tales como acelerar el proceso de erosión que repercutiría en daños a la infraestructura de la zona.”
Esto lo sustenta con base al estudio de las rocas (litología) presentes en los cantiles, así como en la presencia o ausencia de muros de contención -que sí existen en la zona; al menos 16 de ellos en diferentes puntos del cantil- y el incremento de altura de la ola.
Por ello agrega que los cantiles que se encuentran en la zona frente a la refinería de Pemex y el CET del Mar también se verían afectados.
Destacó que es muy importante conocer la evolución de los cantiles marinos, sobre todo en áreas que se encuentran desarrolladas o que presentan un potencial de desarrollo, como es el caso de El Sauzal, y recordó que existen planes de manejo para zonas que presentan o están expuestas a la erosión costera, los cuales se encargan de monitorear las playas y establecer medidas para mitigar la erosión.
“Sea mucho o poco, se debe implementar un programa de monitoreo de los procesos costeros en la franja costera del puerto El Sauzal-Punta Morro, principalmente, y crear un plan de manejo de la erosión costera; aunque debe quedar claro que en una costa que presenta altas tasas de erosión de los cantiles y de retroceso de la línea de costa, como es el caso de El Sauzal, cualquier alternativa de mitigación fallará eventualmente aún si se diseña de manera adecuada.”
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