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SALTO CUÁNTICO: Hongos, política y religión

A veces, la política es pura especulación. Antes de cualquier hecho concreto, las microesferas de cada actor político en contienda electoral pueden lanzar boots, encuestas falsas y hasta rumores incriminatorios. No obstante, detrás de cada rumor y especulación existente, vive un interés económico y religioso.

 

José Luis Treviño Flores* / Edición 4 Vientos



Amanita Muscaria, el creador de dioses (Shutterstock).



Nunca hay que olvidar los orígenes de los candidatos. Si bien se deben a una plataforma partidista que en papel suena siempre halagadora y posible, también se deben a sus raíces, a su cuna.


Las comunidades financieras nacionales poseen enormes fortunas nacidas de siglos de explotación y sometimiento. Es imposible ocultar que la oligarquía nacional es una de las más retrogradas, producto de la sociedad criolla y su ambición por controlar la Nueva España sin pretender deshacerse del protectorado del Rey Fernando VII.


Los nacientes conservadores, durante el movimiento de independencia, fueron guiando cada movimiento y guerra interna hacia ese control altamente deseado, dejando siempre de lado a la comunidad indígena y mestiza a no ser que los involucrara como carne de cañón en sus luchas por el poder.


A lo largo de nuestra historia ellos han dejado clara su postura entreguista, a cambio de obtener privilegios. Han aprobado cada intervención extranjera en México, sea bélica o económica, y con gusto participan en ella o de plano la organizan.


Saben que México nunca ha tenido una completa soberanía ya que siempre lo han colocado en medio de intereses globales, o abiertamente ha sido traspatio de Estados Unidos, amén de sus propios políticos que han hecho fila para obtener un poco de la riqueza que genera la venta de los recursos del país.


Poco a poco caminamos hacia un nacionalismo más incluyente, pero aun navegamos en la democracia burguesa. No aprendemos bien el significado de la democracia participativa y mucho menos tomamos decisiones comunitarias.  La pedagogía paternalista machacada en nuestra psique desde la colonia es un lastre aún vigente.


El triunfo de Andrés Manuel López Obrador en 2018 fue producto del ultra cinismo de la derecha, el cual se expresa todo el tiempo.



En su ancestral y fanático entreguismo, los conservadores no dudaron en importar un emperador para México (Archivo).



Cuando un régimen alcanza el pináculo de su máxima expresión conservadora, cuando ha dejado de teatralizar su falso apego popular y cree que ya tiene el control de las voluntades, surge un hombre que a través de su figura pisoteada por décadas, se convierte en el guía natural de ese pueblo a su vez humillado.


Pero no todo es miel sobre hojuelas; la derecha sabe agazaparse y tiene a su favor un recurso muy tentador: el dinero.


Por muy buenas intenciones que existen en el proyecto de nación que trae consigo el gobierno de AMLO, éste se encuentra rodeado de hombres y mujeres con intereses muy distintos a la 4T. Los conservadores, los corruptos y los oportunistas se han infiltrado en su gobierno y en el partido Morena. Se trata de falsos arrepentidos y falsos izquierdistas que solo buscan desmembrar un movimiento que nació en el más profundo arraigo popular.


Ahora bien, el presidente no puede controlar todo a su alrededor y debe confiar en su equipo. Ya pasaron prácticamente los seis años de su gobierno y ya hay una candidata a la presidencia, Claudia Sheinbaum. ¿Será que ella continuará con el proyecto de la 4T?


Líneas arriba mencioné que no debemos olvidar los orígenes de los candidatos. Antes de abordar a Claudia, pensemos un poco a Xóchitl Gálvez, la candidata de la derecha.


Los orígenes de Xóchitl no son difíciles de entender. Es transparente, manipulable y producto de mentes obtusas. Todavía se me hace muy difícil digerir la decisión que tomaron las huestes conservadoras de poner al frente de su proyecto político a esa mujer. Es como dejar a tus hijos al cuidado de la vecina loca y chismosa que sabes va a ser una mala influencia para ellos porque no significa nada.


Por otro lado, Claudia Sheinbaum es interesante. Sus orígenes son controvertidos y su participación en la 4T parece venir de un plan elaborado en la comunidad judía, y digo esto sin dejar de recordar que estamos especulando.



Sheinbaum y López Obrador, ¿por el camino de la religión con sentido social? (Getty Images).



De todos es sabido que AMLO profesa, a su manera y también muy respetable, el cristianismo, no el catolicismo. Parece que, a nuestro pueblo, en su gran mayoría guadalupano, no le interesa el origen de nadie, pero esos principios son los que nos gobiernan y nos han gobernado.


Los que no profesamos religión alguna y nos guiamos por la dialéctica materialista, pensamos que las religiones, cualquiera que estas sean, han sido un lastre terrible para la humanidad.


Argumento: Existe un estudio que lleva por título “El Hongo Sagrado y la Cruz”, de John M. Allegro, filólogo y arqueólogo británico. En su escrito hace un profundo análisis del origen de todas las religiones en nuestro planeta.


No ahondaré mucho en ello porque es muy escabroso y largo. Solo diré que desde los pueblos sumerios, pasando después por las comunidades semíticas, cada contacto con el dios único e invisible era producto de la práctica y consumo de un hongo alucinógeno llamado Amanita Muscaria, que era macerado y adorado por los sacerdotes originales y fundadores de toda religión del medio oriente, después asumida por los esenios y hasta el cristianismo, en donde hubo la intención de “democratizar” su consumo y que éste no fuera un producto usado solo por las elites sacerdotales.


La compleja visión del mundo y su interpretación religiosa parte siempre de rituales inducidos por drogas sagradas, al igual que lo hizo el chamanismo en los pueblos originarios de América, como el peyote o los hongos utilizados por María Sabina.


¿Por qué hago esta reflexión? Pienso que toda intención de gobernar siempre tiene su parte religiosa: deberse a un grupo o secta, a una ideología con rituales ancestrales que han creado grupos de interés económico-religioso.


Por ello, no podemos descartar la eterna intromisión de las religiones en los asuntos de Estado que orillan siempre a la toma de decisiones que atribuyen cada paso dado en los conflictos bélicos, a los designios divinos inexpugnables, inexplicables e incuestionables.



El genocidio en Palestina, el extremo de la fe y la ancestral estupidez humana (Daily Sabah).



Los mexicanos, caracterizados por el sincretismo, la falta de identidad y el auto engrandecimiento a partir de la atribución de los logros y recursos de otros, hemos llegado a una muy tardía búsqueda de autodeterminación en términos de descolonización y emancipación.

 

Por ejemplo, no podemos pedir a Claudia Sheinbaum o a López Obrador que asuman una postura más firme ante Israel por el genocidio que éste comete desde hace décadas con el pueblo palestino; a no ser, claro, que expresen una “invitación” general a la resolución del conflicto por la vía pacífica.


Está claro que la comunidad internacional de 24 países en contra de la ocupación de Israel, por cierto ya sancionada por el bloque occidental colonialista, no puede generalizarse como firme y contundente porque son brutales los castigos arancelarios y políticos que se imponen por asumir una postura digna en contra del genocidio étnico.


Recordemos que en medio de la orquesta mundial por el control territorial, energético, económico y geopolítico están todos los países pobres, saqueados y conquistados hasta el cansancio por gobiernos como el de Israel.


La actual migración masiva global es una repuesta al genocidio y ecocidio que ejercen las grandes potencias mundiales que se amparan en el discurso de odio, el autoritarismo y la intolerancia, a la vez que justifica su acción contra los demás con el rampante amparo de ser ellos los elegidos por un dios que no es más que un mal acabado producto del consumo frenético del hongo ancestral.


México puede dar un importante Salto Cuántico en el logro de su emancipación; no obstante, dependemos de esa orquesta global en donde no es sencillo sacudirnos siglos de vasallaje económico, político y religioso.


Si Claudia Sheinbaum es la respuesta a una continuidad objetiva y progresista, deberá negociar por encima de sus creencias y compromisos personales.


Ninguna religión será jamás la respuesta a la realidad vivida en siglos de opresión, Si así fuera, el hambre y la pobreza extrema ya habrían acabado desde hace mucho en el planeta.


 

“Todas las instrucciones nacionales de la iglesia, sea judía, cristiana o musulmana, me parecen simples invenciones humanas, creadas para asustar y esclavizar a la humanidad y monopolizar el poder y las ganancias”.

Thomas Paine



* José Luis Treviño Flores es profesor y activista social en Juárez, Chihuahua, en donde es subdirector académico de la Secretaría de Educación Pública.

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