A medida que se acerca la elección del 2 de junio, crecen los intentos de la derecha para echar abajo el inminente triunfo de la coalición “Juntos Seguimos Haciendo Historia”. Paralelamente, un grupo de compañeros se la pasan pateando el bote con posiciones que confunden y trabajan a favor de la derecha nacional e internacional.
Jesús Sosa Castro* / 4 Vientos
Arnoldo Martínez (Foto: Cultura BUAP).
En sintonía, la mayoría de los medios de comunicación y un clero desatado están apoyando los intentos de un golpe blando- o técnico- para desconocer el triunfo arrollador que anuncian los actos masivos a favor de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
Esta posición de la derecha se explica porque avizora que, por largos años, la corrupción, los privilegios y el entreguismo de los gobiernos del PRIAN a los intereses extranjeros, han pasado a la historia.
Lo que excita a amplios sectores de las fuerzas aliadas es una creciente crítica de militantes de la izquierda sobre problemas reales de participación democrática, pero manejada de manera incorrecta porque ayuda a los derechosos en su intento de descarrilar los avances de un proyecto trasformador que apoyan la mayoría de los mexicanos.
Es importante explicar el porqué de las críticas y posicionamientos de un grupo de ex miembros del desaparecido Partido Comunista Mexicano (PCM). Al menos dos son sus argumentos: Las encuestas no fueron transparentes; no se tomó en cuenta a los fundadores de Morena; y, lo peor, se abrieron las puertas a los chapulines.
La obra de Arnoldo Martínez Verdugo, exdirigente comunista, líder indiscutible del ex PCM, refiere de manera muy importante sobre los temas que hoy se están debatiendo. Afirma:
La lucha actual de los progresistas (Imagen: Facebook).
“El Partido Comunista Mexicano, desde hace mucho tiempo, sostiene que el imperativo histórico más apremiante del movimiento democrático y revolucionario mexicano es la unidad de acción, poner en primer plano las coincidencias, sin renunciar a la defensa de sus concepciones ideológicas. Para los comunistas, es evidente que las diferencias entre las fuerzas democráticas sean estas de enfoque, de método o de táctica, por profundas que sean, nunca deben oscurecer la verdad de que el enemigo está en la derecha, en la reacción tradicional y el imperialismo”.
En otra parte señala que “las fuerzas de la reacción se esfuerzan por envilecer la política, la democracia y la libertad. Y los que más contribuyen a este proceder, son las personas o grupos de izquierda que no han entendido que son éstos los más obligados en rescatar el contenido revolucionario de la política, la democracia y la libertad”.
"Todo movimiento político que luche en verdad por el socialismo, está obligado a luchar por estas reivindicaciones”, agrega.
Entonces, resulta extraordinariamente superficial y penoso que los excomunistas se lancen contra lo importante del proyecto popular en lugar de profundizar la discusión y el debate, sin que éstos se tomen como argumentos y apoyos de las mafias que estamos combatiendo.
Lo que hay que hacer es subvertir el poder de la derecha para que el pueblo instale su propio poder, sus leyes, sus libertades y sus derechos
(*) Arnoldo Martínez Verdugo, "Obra de un dirigente comunista”. Coordinadora: Elvira Concheiro.
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