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DESDE LA IZQUIERDA: Lo que sí calienta: grilla o política

Quienes como yo venimos de la izquierda, siempre trabajamos por la construcción de una fuerza que lograra la transformación del país. Con esa decisión en nuestra mente y corazón, dimos los pasos necesarios para abrir las puertas a todos los partidos, movimientos y personas que estuvieran de acuerdo en la democratización de la vida nacional.


Jesús Sosa Castro* / Edición 4 Vientos


 


Morena, el desamor (Prensa Latina).



Nuestro objetivo era acabar con la corrupción, la violencia, la impunidad y los privilegios de personas y grupos que vivieron por décadas dilapidando los recursos públicos y llevando a la miseria y a la frustración a más de la mitad de los mexicanos.


Esas fueron las razones para convertir esa política en la fuerza que es hoy el Movimiento Regeneración Nacional, Morena.


Cuando en 2014 el movimiento se convirtió oficialmente en partido político nacional, se produjo un influjo multitudinario que cimbró los cimientos del viejo, ineficaz, violento y corrupto sistema.


A partir de entonces, surgieron comités que pusieron en juego su creatividad, su trabajo, organización y combatividad para crear la estructura que en 2018 llevó al gobierno a quien es hoy el presidente de la república.


Según yo, la estructura que creamos se perdió, desapareció el partido y solo quedó el movimiento.



¿Frases huecas en la dirigencia? (Michael Balám / Cuartoscuro).



El líder que hizo posible que el pueblo despertara y tomara en sus manos la decisión de ir por un cambio verdadero, dejó la organización en manos de algunos “dirigentes” que ni huelen ni hieden. Muchos no tienen idea de lo que está pasando en el partido ni lo que pasa en el país.


Por esta razón está presentándose, una vez más, un serio cuestionamiento por parte de la militancia y los ciudadanos que desde 2018 vienen empujando el proyecto de la cuarta transformación.


El buen gobierno del presidente López Obrador, las obras y los apoyos a los sectores más vulnerables, son el referente al través del cual se expresa el apoyo de millones y millones de ciudadanos.


Y aun cuando es un hecho que muchos problemas que tienen que ver con el actual proceso electoral se han resuelto de manera correcta, hay una inconformidad creciente y manifiesta en amplios sectores de la militancia con el obsequio de candidaturas no consultadas ni aprobadas por las bases genuinamente participantes en la fundación y aplicación de los principios fundamentales del partido.


¿Acaso no es importante que la democracia también llegue al partido y que sus afiliados tengan la oportunidad de hacer efectiva en ellos la frase de que 'con el pueblo todo, sin el pueblo nada'?”


¿O solo es una frase para que la dirigencia del partido sea la única que pueda poner y quitar a líderes y funcionarios de todos los niveles?



Los dirigentes del partido, sin el menor recato, meten a grupos cuestionables y a políticos “chapulines”



A decir verdad, lo que ven los ojos de millones de mexicanos respecto del ejercicio gubernamental es un crédito al trabajo, a la fuerza moral y a la honestidad del presidente López Obrador, pero quien observa y valora la conducta de los órganos de dirección de Morena se da cuenta de que sólo sus integrantes se han encargado del proceso electoral y de elegir a quiénes son los candidatos.


Parece que lo importante es ganar la elección de este año sin trabajar en la conversión de Morena a ser el bastión político que garantice la profundización de las reformas sociales que se necesitan y, con ello, cambiar realmente la vida política y social del país.


El cruce de los intereses personales y el oportunismo de los que tienen en sus manos la conducción del proceso político-electoral de Morena deja en la militancia y en la opinión pública nacional, la sensación de que nuestro Movimiento, como organizador colectivo, no cuenta con la capacidad necesaria para conducir a la nación.


Por eso, los dirigentes del partido, sin el menor recato, meten a grupos cuestionables y a políticos “chapulines” por la puerta de atrás.


Y eso… ¡sí calienta!


 

* Jesús Sosa Castro es un activista social de la Ciudad de México. Articulista y colaborador en diversos medios impresos y digitales. Fue miembro del Partido Comunista Mexicano y de todas las organizaciones político-electorales que de él se desprendieron.


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