Siguen las marchas de protesta de mexicanos vs amenazas de deportación de Trump (Galería)
- 4 Vientos
- 4 mar
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Ha pasado más de un mes desde que Donald Trump asumió el poder, después de llevar a cabo una campaña empapada de diatribas antiinmigrantes y amenazas de deportación masiva.
David Bacon* / Edición: 4 Vientos / Fotos: David Bacon

Los medios de comunicación se han concentrado en estas amenazas, pero incluso los medios progresistas han prestado poca atención a las respuestas de las comunidades amenazadas; sin embargo, las marchas y manifestaciones han sido generalizadas en las comunidades mexicanas.
Estas protestas a menudo no tienen lugar en los centros urbanos que suelen recibir más atención de los medios de comunicación, sino en los barrios mexicanos de la periferia urbana.
San Mateo es uno de ellos, en la península de San Francisco, al sur de la ciudad. Fort Bragg es otro: un antiguo molino y pueblo de pescadores a tres horas al norte de San Francisco, donde los niños mexicanos son mayoría en las escuelas de la pequeña ciudad.
No se trata de las amables peticiones de las víctimas que piden una represión más suave. Son protestas furiosas: la gente está en las calles, no agazapada a puerta cerrada. Llevan carteles con denuncias que dicen "MAGA (Make America Great Again, la frase de campaña ptesidencial de Trump): “¡Los mexicanos no se van a ninguna parte!", o "¡Me tomo mi horchata caliente porque a la mierda ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas)!".
Las jóvenes mexicanas -algunas nacidas aquí, otras que llegaron de niñas y otras que acaban de llegar- portan banderas de Estados Unidos no por falso patriotismo, sino exigiendo el reconocimiento como un pueblo esencial, perteneciente al tejido de este país.
Las muchas, muchas banderas mexicanas tienen un significado importante y ya no son polémicas como lo fueron en las grandes marchas de 2006. Hablan de orgullo en México como un país con un gobierno progresista, en contraste con nuestro gobierno reaccionario.

Exigen que se reconozca también la presencia mexicana en este país, con derechos y respeto a los mexicanos.
No todas las banderas son mexicanas o estadounidenses. Los hondureños llevan la suya, al igual que los salvadoreños y guatemaltecos.
Algunos manifestantes ondean la bandera de Filipinas con un mensaje similar: reconocimiento a una comunidad con un siglo de historia, que comenzó con la guerra imperial que convirtió a su patria en una colonia estadounidense.
Estas marchas, con sus banderas y carteles, son precursoras de cambio.
Todavía no son tan grandes como las protestas que tuvieron lugar en 2006, con millones de personas en las calles. Pero están creciendo. Están organizados y dirigidos en su inmensa mayoría por jóvenes y mujeres, y merecen reconocimiento,
El beneficio de la resistencia organizada va más allá de luchar contra las redadas de inmigración. Los movimientos de trabajadores inmigrantes, sus familias y sus comunidades han luchado históricamente por un cambio social más profundo, más allá de la defensa contra la deportación.

Han demostrado una gran persistencia y visión estratégica, mientras luchaban contra las amenazas de deportación mientras imaginaban un futuro de mayor igualdad, derechos de la clase trabajadora y solidaridad social.
Esa visión es tan necesaria para derrotar la represión, como la acción en las calles.
En el flujo de personas que cruzan la frontera "vemos a nuestras familias y compañeros de trabajo, mientras que este sistema solo ve dinero", dice René Saucedo, organizador de la Coalición del Norte de California para una Reforma Migratoria Justa, una organización de base por los derechos de los inmigrantes que ha organizado marchas y manifestaciones en apoyo a la Ley de Registro.
"Así que tenemos que luchar por lo que realmente necesitamos, y no solo por lo que no queremos".
(René Saucedo).
Los manifestantes llevaban carteles que promovían una alternativa a la deportación: el Proyecto de Ley de Registro, HR 1511, propuesta que abriría un estatus legal a un estimado de 8 millones de personas al permitir que los inmigrantes indocumentados se presenten para la residencia permanente legal.
Algunos de los manifestantes contra la deportación eran veteranos de marchas anteriores -el año pasado y el año anterior-, exigiendo la aprobación de este proyecto de ley.
Se trata de dar un paso al frente es la condición previa para movilizar el apoyo de una comunidad progresista más amplia detrás de estas protestas.
FOTOREPORTAJE:
Las fotografías que aquí se muestran no pueden abarcar todas las marchas ni mostrar todos los aspectos de ellas. Su propósito es hacer visible el papel crucial de la comunidad mexicana para inspirar una lucha contra el fascismo de Trump en todos los ámbitos.
Igualmente muestran quién está ahí afuera organizándolo y liderándolo. Sus carteles y banderas de protesta presentan gráficamente sus demandas.
Debido a que el nuevo régimen de Trump se está apoderando de las bases de datos del país y tiene herramientas sofisticadas para rastrear a aquellos a los que apunta, no hay leyendas individuales para estas fotografías ni nombres de las personas que aparecen en ellas.
Fueron tomadas en días recientes en San Mateo y Fort Bragg, California.
* David Bacon es un escritor y fotógrafo documental de California. Fue activista sindical y hoy da testamento del trabajo, la economía global, la guerra, la migración y la lucha por los derechos humanos. Es colaborador de 4 Vientos.
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