Debe iniciar en las mismas familias, en sincronía con las instituciones educativas, ya que el desafío es tener pequeñas seguras de sí mismas, capaces de sacar provecho a todas sus potencialidades y muy alertas al peligro y a posibles escenarios de discriminación.
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Niñas educadas en todos los niveles y empoderadas, la tarea en México (Foto: globalgiving.org).
Asimismo, dijeron especialistas en salud mental del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI), es necesario que familias y escuelas refuercen los conceptos de autocuidado y autoconcepto desde la temprana infancia.
La doctora Claudia Sotelo Arias, directora de la institución, expresó en el marco de conmemoración del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo):
"Para empoderar emocionalmente a las niñas desde su primera infancia, pasando por todas las etapas del desarrollo humano, las menores deberían tener padres totalmente incluyentes en todos los aspectos de la vida, sea familiar. escolar o social".
Asimismo, agregó, darles herramientas para percibir y denunciar cualquier tipo de discriminación, además de fortaleza para poder cuidarse en situaciones que sean potencialmente riesgosas, son lo cual es posible reforzar el autocuidado, el autoconcepto y tener una autoestima fuerte.
Para la especialista, lo expuesto debe iniciar en las familias, en sincronía con la escuela a donde asista la pequeña.
"No podemos negar que hay avances, ya que en muchos estratos sociales las niñas están caminando a la par de los varones que ya ni se cuestionan por qué ellos están jugando con muñecas o ellas futbol. Ya es parte integral de la vida".
Sin embargo, subrayó, no se puede negar la realidad que viven muchas menores de edad en donde no están creciendo con igualdad de condiciones, careciendo de las mismas oportunidades que los niños.
"La equidad de género en las niñas se está presentando en las escuelas particulares y en algunas públicas cuyo modelo educativo es activo. así como en colegios Montessori, donde pueden trabajar conjuntamente con la familia y su entorno social para saber enfrentar escenarios de violencia o discriminación".
La felicidad y la realización plena para todas ellas, la meta (Foto: pinterest)
Abogó a favor de dotar de recursos emocionales a las niñas y vivir en ambientes familiares incluyentes.
Eso generará mujeres -aseguró- que podrán explorar sus capacidades y talentos al máximo, con una salud mental plena, no obstantes los entornos sociales y laborales a los que se enfrentarán a lo largo de su existencia.
Con base en información de la clínica CEPPI, la doctora Sotelo dio a conocer las características de las familias que están empoderando emocionalmente a sus hijas, aun sin ser conscientes de ello:
- Sus padres son totalmente incluyentes. - Nunca cuestionan el género ni los roles. -Ven a sus hijas como personas completas e integrales y les brindan recursos afectivos para que tengan éxito en las actividades que emprendan, sin importar a lo que se vayan a dedicar y cuáles sean sus preferencias y pasatiempos.
Igualmente, si perciben algún tipo de discriminación hacia sus hijas, suelen reaccionar con mucha determinación y coraje. Y no vislumbran un mondo con diferencias entre unos y otros.
"Claro que enseñan a sus hijas a cuidarse en situaciones de peligro, o posibles escenarios de abuso sexual, al igual que lo hacen con los varones".
La psicóloga expresó que estas niñas gozan de ensuciarse en el lodo y en la tierra cuando van al parque, porque sus padres saben que esa es una parte fundamental de la infancia. Además, con ello refuerzan su autocuidado y su autoconcepto sin hacer diferencia entre ellas y ellos.
En muchos colegios y hogares mexicanos, dijo también la experta, estas barreras prácticamente están desapareciendo: es decir, niñas y niños realizan las mismas actividades.
Sin duda irá al infinito, y más allá (WordPress).
"Están conscientes de los riesgos de inseguridad que hay en México, que igual aplica para niñas que para niños. Sin embargo, no por eso les inculcan una visión temerosa de la vida. Al contrario, son padres realistas, pero con una visión positiva en todos los sentidos".
De igual forma, aseguró que, en esta nueva educación de género, labores en casa, roles y actividades se reparten sin importar el género: cocinar, lavar ropa, hacer el quehacer. Mamá y papá son el primer ejemplo de ello.
"No hay juegos de niños o de niñas. Todos están incluidos. Si quieren participar, todos están invitados".
Y afirmó que hoy las niñas casi siempre son escuchadas. Desde que nacieron tienen voz y voto. aunque siempre hay respeto y disciplina tanto con sus padres como con sus hermanos y viceversa.
"Son familias que funcionan armónicamente con relación a los afectos, los valores, las responsabilidades, las expectativas y en el cumplimiento de sus obligaciones. En estos hogares la comunicación fluye de forma constante y natural".
Para concluir, Sotelo Arias explicó que el cambio que se está presentando en algunas familias mexicanas se ha dado de manera gradual, pero es necesario fomentarlo para evitar la cultura del machismo que aún rige en muchas familias del país. Y esto solo puede darse si participan las familias completas, las escuelas y la sociedad en general.
"Eso sí. La sociedad incluyente necesariamente debe basarse en grupos familiares incluyentes que propaguen oportunidades para todos. Con certeza, esto erradicaría en gran medida el flagelo de la violencia de género en toda la nación".
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