Desde el día 23 de mayo, fecha en que perdí credenciales, teléfono y dinero, entré en un estado de “encabronamiento” que me hizo dejar de escribir y mantener comunicación con mis lectores y compañeros de lucha. Esto, al grado de que no cumplí con mi anhelo de emitir mi voto para mis candidatos de Morena.
Jesús Sosa Castro* / Edición: 4 Vientos
Lo que le queda a la derecha después de su derrota ¡es puro lloriqueo! (Captura de pantalla en Youtube).
Pero conocidos los resultados arrolladores de la votación que el pueblo depositó en las urnas a nuestro favor, y habiendo alcanzado el PLAN C, el ánimo y el contento han vuelto a mi persona y hoy decidí escribir algunas reflexiones sobre lo que estamos viviendo en estas últimas semanas.
Primera: La oposición encabezada por Xóchitl Gálvez nunca entendió lo que está pasando en el país. Menospreciaron la capacidad de raciocinio de un pueblo que ya hace por lo menos cinco años que viene despertando del letargo en que lo mantuvieron los intelectuales orgánicos y los que se habían apoderado ilegítimamente del control de la nación.
Segunda: Como los derechosos no entendían nada de nada y no tuvieron nunca la capacidad de elaborar un proyecto alternativo al cual aferrarse y defender, Morena, sus aliados y la mayoría del pueblo hicieron de las mentiras, las injurias al presidente, la violencia, la inseguridad y la manipulación política los instrumentos fundamentales para pronosticar la inminente y triste derrota de los opositores, quienes ahora no saben cómo explicarla.
Tercera: Como es su costumbre, sin tener prueba alguna que confirmara sus dichos, a las 7.30 de la noche del 2 de junio, Xóchitl y los “dirigentes” del PRIANRD salieron a declarar ruidosamente “el triunfo” de sus candidatos a la presidencia, a la jefatura de gobierno y a siete gubernaturas de las diez que estaban en disputa.
Horas después, cuando la presidente del INE salió a dar los datos oficiales del Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) que confirmaron el triunfo arrollador de Morena y sus aliados, los derechosos salieron a reconocer, con la cara descompuesta y al punto del llanto, que habían perdido la elección.
Más tarde, Xóchitl y Álvarez Máynez reconocían públicamente el triunfo de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
Imagen: Sipse.
Cuarta: En el curso del lunes 3, decenas de mandatarios, jefes de Estado e intelectuales de varios países del mundo -incluidos Baiden, Putin, Xin Ping, Lula, Petro y otros destacados personajes- enviaron felicitaciones a la virtual presidente Claudia Sheinbaum.
Quinta: Con más de 30 puntos de diferencia con respecto al segundo lugar, Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Verde Ecologista (PVEM) ganaron la presidencia, la jefatura de gobierno en la Ciudad de México, 7 de las 9 gubernaturas, y los dos tercios de diputados y senadores en el Congreso de la Unión.
Por lo tanto, el PLAN C será puesto en práctica para que el poder judicial, ahora en manos de los derechosos, amigos y protectores de privilegios de los criminales de cuello blanco y del crimen organizado, se reforme constitucionalmente y los nuevos ministros, magistrados, jueces y consejeros sean elegidos democráticamente por el pueblo.
Además, se reformará la constitución del país en materia electoral, en la creación de nuevos apoyos para mujeres de 60 a 64 años, en la conclusión de cualquier tipo de reelección en cargos de elección popular, en la eliminación y prohibición del “fracking” y la minería a cielo abierto.
Asimismo, en incremento al salario mínimo no menor a la inflación y en más becas que garanticen el acceso a la educación a toda la niñez y juventud mexicana, entre otros trascendentales temas.
Con todo esto en la bolsa del pueblo mexicano, lo que le queda a la derecha después de su derrota ¡es puro lloriqueo!
* Jesús Sosa Castro es un activista social de la Ciudad de México. Articulista y colaborador en diversos medios impresos y digitales. Fue miembro del Partido Comunista Mexicano y de todas las organizaciones político-electorales que de él se desprendieron.
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