top of page
  • Foto del escritor4 Vientos

INFORMACIÓN: Insuficiente aún para cubrir necesidades alimenticias humanas, la acuacultura usa de todo como alternativa de producción sostenible

Pese a que actualmente se producen en el mundo 110 millones de organismos acuáticos por medio de la acuacultura, cifra que según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) representa más del 50% de los productos consumidos mundialmente, aún existe un déficit de 40 millones de estos productos de aquí al 2040.

 

4 Vientos / Todos@Cicese



Insostenible al corto plazo, la irracional pesca extractiva pone en riesgo la seguridad alimentaria de miles de millones de seres humanos (Imagen: Agencia AFP).

Por ello, y para incrementar su producción y seguir creciendo la generación de este tipo de alimento de manera sostenible y amigable con el ambiente, es vital la gestión eficiente de los recursos económicos y humanos que los producen, restaurar los ecosistemas dañados por el extractivismo descomunal de las especies marinas, e innovar para un aprovechamiento sostenible a futuro.


Ello lo manifestó el doctor Juan Pablo Lazo Corvera, investigador y jefe del Departamento de Acuicultura del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), al participar en el simposio “Fish Nutrition and Feeding 2024” (sobre Nutrición y Alimentación de Peces) que en mayo reunió a más de 300 participantes, de 37 países, en Puerto Vallarta, Jalisco.


Lazo Corvera, quien fue parte del comité de organización local y del comité científico internacional del evento, destacó asimismo el papel fundamental que ahora tiene la acuacultura en la producción de proteína para consumo humano, protagonismo que parte de la filosofía inmersa en la noción “economía azul”.


“Este concepto reconoce el papel de los mares como fuente de recursos que impulsen el crecimiento económico, pero subraya la importancia de mejorar la acuacultura para alimentar al mundo bajo el cuidado al ambiente”.


Representación de la "Economía Azul" en ismedioambiente.com



En el caso específico de participación destacada de investigadores del CICESE en el simposio, que se desarrolló del 27 al 31 de mayo, recalcó el caso de la doctorante Lorena Gómez Garnica, quien habló sobre la inclusión de carbohidratos como fuente de energía barata en las dietas destinadas a la lobina rayada (Morone saxatilis), bajo condiciones de cultivo similares a la bahía de Todos Santos, Ensenada, Baja California.


Asimismo, la maestra en ciencias Karen Carvajal Soriano, quien aparte de recibir un premio por ocupar el tercer lugar al mejor poster en su categoría, habló de la sustitución de harina de pescado por harina de insecto (Hermetia illucens y Acheta domesticus).


Esto en el desempeño biológico, digestibilidad, actividad enzimática y perfil de ácidos grasos de juveniles de Totoaba “macdonaldi”, pez endémico del Alto Golfo de California que desde hace una década es objeto de una voraz sobrexplotación por motivos criminales: el vil contrabando de su vejiga natatoria (buche) al mercado chino.


Y aun cuando no participó abiertamente en el acto, el posdoctorante David Schneider estuvo presente con su proyecto productor de alimento biofertilizante para peces utilizando los desperdicios de la industria vinícola y cervecera.



La representación del CICESE en el simposio inernacional (Cortesía).



Del primer caso - Lorena Gómez y la lobina rayada-, el doctor Juan Pablo Lazo destacó que en el Laboratorio Alimentación y Nutrición del Departamento de Acuicultura del CICESE, desde hace varios años se trabaja intensivamente en el cultivo del pez.


“Ensenada es el único lugar en el mundo donde se cultiva la lobina rayada en agua de mar. Es una especie loable y tiene mucho potencial para poner a México en el panorama del cultivo de los peces marinos”, dijo.


El foco, explicó, está en la propuesta de dietas ligadas a las condiciones locales.


El reto es que los organismos crezcan mejor, estimular su sistema inmune y su apetito”.

Explicó que, en el Pacífico norte, la lobina rayada se cultiva a temperaturas más bajas de lo óptimo para la especie ya que peces no regulan su temperatura.


“Si el agua está fría el pez también y no quiere comer tanto; por ello no crecen bien; pero si el agua está calientita, el metabolismo del organismo se acelera y crece mejor”.



Encierro de Lobina Rayada en Isla Todos Santos, Baja California (Video: Alfonso Medellín).



Del trabajo de Karen Carvajal, el especialista indicó que ella trabajó con harina de mosca soldado y harina de grillo, y las evaluó en las dietas de totoaba juveniles.


“Es una investigación muy útil ya que ambos tienen un alto contenido proteico, pero hay mucho por hacer ya que, por citar un dato, los insectos tienen quitina en el exoesqueleto que no es muy digerible para los organismos marinos”.

En este trabajo funcionó como mejor ingrediente la mosca que el grillo, pero la investigación todavía tiene un alto potencial.


“Este tipo de harinas alternativas ya se han probado con buenos resultados en otros países europeos y Estados Unidos, pero en México hay mucho trabajo por delante, aun cuando el proceso es relativamente fácil de producir”.



Karen Carvajal y su poster premiado (Cortesía).



Aquí, el científico mexicano manifestó que un aspecto relevante del simposio internacional fue la participación de productores de alimentos acuícolas que venden ingredientes y aditivos, entre otros insumos, por lo que el encuentro favorece la colaboración entre la industria y la academia.


Así, entre otros proveedores, en el simposio participó la empresa The North American Renderers Association (NARA), fundada en 1933.


NARA es una organización profesional en el uso de subproductos y desperdicios de alimentos, como ciertas grasas, huesos y plumas de pollo, entre otros, para desarrollar nuevos productos sostenibles que ayuden a reducir el desperdicio general de alimentos.

De la compañía, Juan Pablo Lazo destacó:


“NARA es una propuesta interesantísima y muy en boga, que atiende y entiende que, en la actualidad, el desafío principal es la sostenibilidad impulsando la cultura de una economía circular”.

En ese sentido, el trabajo que en el CICESE realiza el investigador David Schneider para obtener un alimento biofertilizante para peces manejando los desperdicios de la industria vinícola y cervecera de Baja California, pionera y líder nacional en ambas especialidades, fue destacable en la reunión de Puerto Vallarta, la primera en su tipo en realizarse en América Latina.


Por ello, el especialista concluyó que, para impulsar la nutrición acuícola sustentable, se puede y se quiere utilizar el subproducto de otras industrias con el cual hacer harina e incorporarla a las dietas en la acuicultura, reemplazando así a la harina de pescado “que ya no es sostenible”.


52 visualizaciones0 comentarios

Comments


bottom of page