top of page

SALTO CUÁNTICO: Satanyahu y el peligro del consumo inmoderado de hongo Amanita Muscaria

  • Foto del escritor: 4 Vientos
    4 Vientos
  • hace 4 días
  • 5 Min. de lectura

“Me quedé completamente asombrado por la belleza de la naturaleza. Nuestros ojos ven solo una pequeña fracción de la luz del mundo. Es un truco para crear un mundo de color, algo que no existe fuera de los seres humanos.”

Albert Hofmann, creador del LSD.



Horizonte genocida, viñeta del monero español Pat en el portal digital Diario Red.
Horizonte genocida, viñeta del monero español Pat en el portal digital Diario Red.

El "sionismo cristiano" es una ideología que aboga por el apoyo al estado judío, a menudo con la creencia de que la reconstrucción de Israel es un paso necesario para la segunda venida de Jesús.

 

José Luis Treviño Flores* / Edición: 4 Vientos



En esta absurda idea, los evangélicos creen firmemente que cuando el estado de Israel culmine la masacre del pueblo palestino y tome la Franja de Gaza a fuego y sangre, se habrá labrado el camino para que el Cristo vuelva a la tierra.


He conocido evangélicos que aseguran dar todas sus posesiones, si es necesario, para apoyar ese genocidio.


Pero no debemos olvidar que históricamente, en los evangelios cristianos, el propio pueblo judío asesinó a Jesús, el Cristo. ¿Cómo entonces es concordante semejante aberración profética?


Cada pasaje bíblico en el viejo testamento está plagado de sangre, guerras, venganzas y asesinatos promovidos principalmente por ese dios llamado Jehová que, aseguran sus patriarcas, les habló directamente y les ordenó tales acciones sanguinarias.


Incluso cuando los judíos llegaron a su “tierra prometida” encontraron que ésta ya estaba habitada por los palestinos. ¿Cuál fue entonces la solución que encontraron y justificaron para perpetrar el inicio del homicidio y el despojo?  Jehová les “dijo”, afirman los israelitas: “¡extermínalos!”


 La parte histórica que nadie menciona es la fuente de toda alucinación religiosa promovida desde el pueblo sumerio. Estos encontraron en el hongo Amanita Muscaria el alucinógeno perfecto para encontrar respuestas a lo inexplicable e injustificable.


Si la vida es un misterio y la creación misma del universo y la tierra son difíciles de explicar, pero la lluvia provee vida y alimento, entonces la lluvia es el semen de dios y la tierra es su vulva.


De ese proceso natural nace el “hongo del trueno”, el cual surge después de una gran lluvia. Lo prueban, tienen un viaje psicodélico y, ¡oh sorpresa!, vieron a dios.



El hongo Amanita Muscaria, hacedor de dioses y religiones, la mayoría de ellos y ellas ultraviolentas, misóginas, intolerantes y patriarcales (Imagen: Sebastiano Parisi).
El hongo Amanita Muscaria, hacedor de dioses y religiones, la mayoría de ellos y ellas ultraviolentas, misóginas, intolerantes y patriarcales (Imagen: Sebastiano Parisi).

Quienes prueban los fungí se convierten, primero, en los únicos honrados para seguir consumiéndolos. Después se autonombran profetas o sacerdotes y a partir de entonces son la autoridad única y directa para hablar con ese dios.


El hongo se convierte en la fuente mística para entender todo lo que rodea al hombre. Los pueblos semíticos siguen la tradición y lo nombran “el maná” que los supuestos Moisés, Abraham, Elías y otros personajes bíblicos, siguieron alucinando para aplicar lo que su nuevo dios -Yahvé o Jehová- les dictó como destino manifiesto del autonombrado “pueblo elegido”.


Amanita Muscaria siguió siendo la fuente de todo dictado hecho para elaborar las “sagradas escrituras”. Así llegó hasta los maestros de justicia promovidos por los Esenios quienes resguardaban al místico hongo y sus designios mediante ayunantes del desierto que esperaban al mesías profetizado.


¿Pero qué fue lo que pasó? Estos maestros quisieron, mediante Jesús, democratizar el hongo para que todos pudieran ver a dios, cosa que no gustó a los patriarcas judíos quienes, como siempre ha sido su costumbre, decidieron exterminar toda insubordinación a sangre y fuego… Y de ahí en adelante.


Uno de los principales ejemplos de estos genocidios del pueblo judío ordenados por su dios fue la masacre cristiana, con la cual desvirtuaron y acotaron brutalmente todo intento de emancipación religiosa.


En el libro prohibido de John M. Allegro “La Seta Sagrada y la Cruz”, encontramos toda esta información sincrética que fue sacada, en parte, de los rollos del Mar Muerto y otras fuentes confiables y censuradas.


A ninguna organización religiosa le conviene que se devele la fuente de toda su creencia mítica porque sería la debacle del credo que profesan e imponen a otros.


Así, la pregunta es inquietante, irónicamente alucinante: ¿Todo este tiempo hemos creído en lo que un hongo alucinógeno provocó en los sacerdotes y profetas de antaño?

Pues sí.


Tal y como lo dijo clara y certeramente Karl Marx, aunque suene extremadamente radical: “la religión es el opio del pueblo”.


Historieta del cartonista vasco Álvarez Rabó en el portal español Diario Red.
Historieta del cartonista vasco Álvarez Rabó en el portal español Diario Red.

Como sea; nada justifica que el pueblo palestino sea masacrado por el intervencionista, colono y asesino estado de Israel.


Estamos frente a la peor extinción étnica del sigo XXI en aras de un supuesto dios vengativo y misógino. Lo infame es que muchos en el mundo no solo no condenan el genocidio, ¡sino lo alaban!


Benjamín Netanyahu, o como a mí me gusta decirle: Satanyahu, es la viva encarnación fascista de Benito Mussolini y Adolfo Hitler.


Afortunadamente, gran parte de la humanidad ya no comparte visiones fundamentalistas y retrógradas. Me da gusto leer los comentarios en redes sociales condenando las acciones genocidas de Israel.


Nos encontramos en un parteaguas histórico que está desencadenando un nuevo orden mundial, por lo que es imperativo que no se permita más el avance del fascismo global ni del cristianismo de estado ya que cada gobierno emanado de fanatismo religioso es brutal.


La humanidad jamás debe permitir tales aberraciones que se sustentan en el liderazgo de necrófilos que aun sustentan ideas religiosas nacidas de los efectos nocivos provocados por un hongo alucinógeno ancestral.


El mito de Adán y Eva, los primeros mortales en ser castigados por probar el fruto prohibido (¿la amanita muscaria?) y atreverse a “ver a dios”, es una alegoría nacida en los antiguos sumerios para dejar en claro que nadie tiene el derecho de saber “la verdad” oculta detrás de la maceración de un hongo compartido por milenios en muchas culturas occidentales, al igual que el peyote y los hongos utilizados por María Sabina en el hoy continente americano.


La diferencia en los efectos que producen estas plantas depende de quién los consuma: un simple mortal o un sacerdote encumbrado.



“De repente me sentí extrañamente embriagado. El mundo exterior cambió como en un sueño. Los objetos parecían cobrar relieve, adquirían dimensiones inusuales y los colores se volvieron más brillantes. Incluso la autopercepción y el sentido del tiempo cambiaron. Al cerrar los ojos, imágenes de colores pasaban como un caleidoscopio que cambiaba rápidamente. Después de unas horas la embriaguez, nada desagradable, que había experimentado mientras estaba plenamente consciente, desapareció. ¿Qué había causado este estado?”

Albert Hofmann.

 


* José Luis Treviño Flores es profesor y activista social en Juárez, Chihuahua, en donde es subdirector académico de la Secretaría de Educación Pública.

Comments


bottom of page