México se hiper calienta mientras 3 últimos gobiernos son tibios, negligentes con el cambio global
- Javier Cruz
- 1 mar
- 7 Min. de lectura
La tasa de calentamiento en México desde 1975 al 2024 fue de 3.2 grados Celsius por siglo, considerablemente mayor que el promedio global que es cercana a los 2 grados.
Javier Cruz / 4 Vientos / Agencia IPS

Por eso, el gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo necesita hacer frente a una situación que demanda acciones urgentes y una actualización ambiciosa y transparente de sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs, por sus siglas en inglés) en coordinación con el gobierno, la academia y la sociedad.
Lo anterior lo manifestaron los doctores Amparo Martínez, Jorge Zavala y Francisco Estrada, investigadores del Programa de Investigación en Cambio Climático (PINCC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En un comunicado conjunto con la Coordinación de Investigación Científica y la Red Universitaria de Cambio Climático (REDUCC), los científicos mexicanos denunciaron que, de hecho, las NDCs del gobierno federal “no se han alineado con los objetivos de la Ley General de Cambio Climático ni con los del Acuerdo de París”.
Y en 2022, el gobierno que presidió Andrés Manuel López Obrador estableció “metas poco ambiciosas” para el año 2030, en sus Contribuciones Nacionalmente Determinadas.
Por eso, en un escenario que prioriza el uso de combustibles fósiles, en años recientes México incrementó sus emisiones de CO2 (dióxido de carbono) “de manera importante”, al grado de que, en los últimos años, es evidente el reconocimiento de un retroceso en la política climática nacional.
¿Cuál es el pago que significó para México mantener esa política de gobierno?
De acuerdo con el último informe de Berkeley Earth, una organización internacional independiente de registro histórico de la temperatura global, en 2024, México y otros 103 países del mundo tuvieron las temperaturas promedio anuales más altas de la historia.
El documento, que se dio a conocer a finales de enero pasado, indica que ello se traduce en que alrededor del 40% de la población global, es decir tres mil 300 millones de personas, experimentaron el año más cálido en el lugar que habitan, incluyendo dos terceras partes de la población de China, un tercio de la de Estados Unidos, así como la mayor parte de la población de México, Brasil, Nigeria y Etiopía.
En el caso de México, que citan los especialistas mexicanos de la UNAM, la anomalía de la temperatura promedio anual fue de 2.14 grados Celsius (ºC), con respecto al periodo de referencia 1900-1930.
“Con este valor, 2024 se convirtió en el año más cálido en el registro, superando al previo más alto de 2017 con un margen muy significativo: casi 0.4 ºC”.
Con la excepción de los años 2012 y 2006, todos los años más cálidos habían ocurrido en la última década.

“El valor de la tendencia en 2024 es de 1.79 ºC y aproxima el calentamiento que se ha presentado principalmente como respuesta al aumento en las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera del planeta”, destacaron los doctores.
El informe de Berkeley Earth revela también que la tasa de calentamiento en México desde 1975 ha sido de 3.2 ºC por siglo, “considerablemente mayor que el promedio global que es cercana a los 2 ºC por siglo”.
De esta forma, subrayan los universitarios, el calentamiento observado en nuestro país durante el periodo 1975-2024 “es espacialmente muy heterogéneo, teniendo registros de una tasa de incremento mayor en las temperaturas del norte y el sureste de México, las cuales rebasan los 5.0 ºC por siglo en algunas zonas”.
Y pronosticaron que si las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel global continúan una trayectoria similar a la actual, se espera que en el futuro cercano (2020-2040), la temperatura anual promedio en México se incremente en 1.9ºC.
Pero ese no es el peor escenario. Para mediados (2041-2060) y finales del siglo (2081-2100) el aumento en la temperatura alcanzará los 2.9 ºC y 5.3 ºC, respectivamente.
Martínez, Zavala y Estrada manifiestan que a pesar de que los impactos del cambio climático en los sistemas naturales y humanos son cada vez más evidentes, los avances en política climática en todas las escalas son mínimos para el nivel de intervenciones que se requieren.
“Incluso hay retrocesos importantes a nivel institucional, presupuestario y de nivel de ambición en los compromisos climáticos”, como es el caso de México en la última década.
Recuerdan que el Informe sobre la Brecha de Emisiones 2024 de la Organización de Naciones Unidas (ONU) advertía que si los países no incrementan sus ambiciones de reducción de emisiones y las cumplen rápidamente, será imposible mantenerse por debajo de los 2 ºC durante este siglo.
“De hecho, con los resultados obtenidos en la Conferencia de las Partes 29 en Bakú, Azerbaiyán, la meta de no rebasar el 1.5 ºC de aumento en la temperatura global resulta ya prácticamente imposible de lograrse, y lo mismo ocurrirá con el objetivo de no rebasar el umbral de 2 ºC durante este siglo”.
(ONU).
Adicionalmente, el informe de Naciones Unidas estima que de manera directa el segundo periodo del presidente Donald Trump en Estados Unidos podría significar un aumento de 4 mil millones de toneladas de CO2 equivalente para el año 2030, lo que es parecido a las emisiones de los 140 países que menos emiten.

LOS EFECTOS EN MUERTES, DAÑOS Y AMBIENTE
La perspectiva de la ONU, Berkeley Earth y el Programa de Investigación en Cambio Climático de la UNAM la comparte la organización ambientalista Germanwatch en su último Índice de Riesgo Climático divulgado el pasado 12 de febrero.
En él se reportan casi 800 000 muertes y daños por 4 billones 200 mil millones de dólares como efecto directo de las inundaciones, sequías, tormentas y olas de calor que se dieron en todo el mundo en los 30 años del período 1993-2022.
“Mientras países como China, India y Filipinas se vieron afectados principalmente por fenómenos extremos recurrentes, Dominica, Honduras, Myanmar y Vanuatu fueron los más impactados por fenómenos extremos excepcionales”.
(Germanwatch).
Laura Schaefer, directora de política climática internacional de la organización, dijo que “las últimas tres décadas muestran que los países del Sur Global se ven particularmente afectados por fenómenos meteorológicos extremos”.
Pero “si los datos de estos países fueran tan completos como los de muchos países del Norte Global, podría hacerse visible un grado aún mayor de efectos económicos y humanos”, agregó la experta.
En general, en todo el mundo “hay cada vez más señales de que estamos entrando en una fase crítica e impredecible de la crisis climática, que agravará aún más los conflictos, desestabilizará las sociedades y afectará negativamente a la seguridad humana”, comentó Schaefer.
El informe destaca que existe un amplio consenso en la ciencia de que el cambio climático inducido por el hombre afecta la frecuencia e intensidad de muchos fenómenos meteorológicos extremos y conduce a impactos adversos generalizados.
Según Germanwatch, aunque los análisis de muertes y pérdidas económicas no permiten una expresión simple sobre la proporción de ellas que se pueden atribuir al cambio climático, sí se puede trazar un panorama de hasta qué punto se ven afectados los países.
De ese modo muestra que, en el período estudiado, Dominica, China y Honduras fueron los países más afectados por los fenómenos meteorológicos extremos, y entre los demás gravemente afectados; y los restantes entre los 10 primeros, están las naciones del Sur en desarrollo, o de la Europa mediterránea.

Dominica, en el Caribe oriental, destaca por su propensión a huracanes frecuentes, incluido el huracán María en 2017 que causó daños equivalentes a 270 % de su producto interno bruto y enfrenta tormentas en promedio cada dos años.
China ha soportado más de 600 fenómenos extremos, entre ellos inundaciones, tifones, olas de calor y sequías, que han causado 42 000 víctimas mortales y pérdidas valuadas en 706 000 millones de dólares.
Honduras, vulnerable a huracanes, inundaciones y sequías, resultó devastada por el huracán Mitch (categoría cinco) en 1998, que provocó 14 000 muertes y 7,000 millones de dólares en daños, incluida la destrucción de 70 % de sus cultivos.
Myanmar, también conocido por su antiguo nombre de Birmania, es un país propenso a los ciclones que azotan el sur de Asia, inundaciones y sequías. En 2008 fue asolado por el ciclón Nargis, que provocó 140 000 muertes y 5700 millones de dólares en daños.
Italia sufrió olas de calor extremas, especialmente en 2003 y 2022, junto con sequías, incendios forestales e inundaciones, que causaron considerables pérdidas humanas y económicas.
India, afectada por lluvias desmesuradas, olas de calor y ciclones, experimentó inundaciones devastadoras en 1993, 1998 y 2013, junto con graves olas de calor en 2002, 2003 y 2015. Sufrió más de 400 fenómenos extremos por los que se perdieron numerosas vidas y 180 000 millones de dólares en pérdidas.
Grecia experimentó olas de calor, inundaciones e incendios forestales, incluida la ola de calor europea de 2022. Los incendios forestales de 1998, 2007 y 2022 provocaron graves daños agrícolas.
En España las olas de calor de 2003 y 2022 se cobraron un alto número de víctimas mortales y causaron extensos daños como consecuencia de las sequías y los incendios forestales. La sequía de 1999 y las inundaciones de 2019 también cobraron grandes destrozos.
El actual informe, con datos hasta 2022, no recogió el fenómeno Dana, que abatió con lluvias e inundaciones en el este y sur de España en octubre de 2024 y provocó 228 muertes y daños materiales por más de 4,000 millones de dólares.
En Vanuatu el ciclón Pam de 2015 afectó a dos tercios de sus 330 000 habitantes, destruyó cultivos y causó pérdidas estimadas en 580 millones de dólares, 60 % del producto bruto de ese pequeño país del Pacífico sur.
Filipinas también es un país regularmente afectado por tifones y el más destructivo ha sido Haiyan, que en 2013 causó 7000 víctimas mortales y 13 000 millones de dólares en daños. El gran archipiélago soportó en el período estudiado 372 fenómenos extremos que dejaron 34 000 millones de dólares en pérdidas.
En el año 2022, último considerado en el informe, los 10 países más afectados fueron Pakistán, Belice, Italia, Grecia, España, Puerto Rico, Estados Unidos, Nigeria, Portugal y Bulgaria.
El 2 de noviembre de 2022 el huracán Lisa causó extensas inundaciones en gran parte de Belice, dañó 5000 viviendas, afectó a más de 172 000 personas y provocó pérdidas económicas estimadas en 104 millones de dólares.
En Puerto Rico, en septiembre de 2022 el huracán Fiona causó la peor inundación desde el huracán María de 2017 y, como consecuencia, 25 personas perdieron la vida, un millón de personas quedó sin agua potable, y se produjeron daños estimados en 2600 millones de dólares.
Los autores del informe insisten en que los países del Sur global probablemente se vean aún más afectados de lo que han podido mostrar, pues las consecuencias de los fenómenos meteorológicos extremos están documentadas de forma mucho más completa y precisa en las naciones industrializadas que en los países más pobres.
A la vista de los resultados, “la crisis climática se está convirtiendo cada vez más en un riesgo para la seguridad mundial”, dijo Schaefter, “y debe abordarse con acciones multilaterales audaces”, concluyó.
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