La irrelevancia del porcentaje de votos en la histórica elección judicial mexicana
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Actualizado: hace 6 días
Para que ya no se preocupen tanto porque la votación del próximo domingo 1 de junio resulte baja en comparación a las elecciones del poder ejecutivo federal, gobernadores, munícipes y legisladores, les adelanto que los sufragios de esta jornada electoral serán proporcionalmente muy bajos.
Jesús Vargas Valdés* / Edición y redacción: 4 Vientos

¿Qué porcentaje en concreto le gusta a usted, francotirador profesional que no deja de lanzar ataques contra la presidenta Claudia Sheinbaum?
¿Le gusta un 5? ¿Un 10%? ¿Un 20 %? O, en el mejor de los casos, según yo, un 30 %? ¡Lo que le guste!
Pero le recomiendo insistentemente lo siguiente: ¡no se preocupe por los porcentajes!
Le recuerdo que, durante casi cien años, las elecciones generales para elegir presidente de la república eran por medio del voto indirecto; es decir que en cada municipio, distrito y estado se escogían electores que votaban en nombre de la sociedad.
Estos electores tenían que saber leer, escribir y "disfrutar" de una buena posición económica.
Hubo electores "eternos" que votaron hasta en cinco o más elecciones. Ellos eran los que formaban parte de las famosas "juntas electorales".
Haciendo el ejercicio en porcentajes, no era sorpresa saber que en cada elección nacional el número de votos no era superior a unos cuantos cientos de miles, quizá de un 2 a un 5 por ciento, o hasta menos.
Así fue hasta el año de 1912 en que fue electo el candidato Francisco I. Madero. Precisamente fue su gobierno el que otorgó el voto directo a todos los ciudadanos, aclarando que las mujeres no contaban con la "categoría" de ciudadanas; es decir, con derecho a votar.

Ya no digo más de cómo se hicieron las elecciones fraudulentas del PRI-gobierno dictatorial en casi todo el siglo pasado, precisamente con el apoyo absoluto del corrupto poder judicial.
Entonces, los que voten este primero de junio serán los que han tenido el tiempo y la posibilidad de informarse. Tendrán una función parecida a los que responden en las encuestas y, por ahora, serán la voz de toda la sociedad.
Ya vendrán otros tiempos en los que todos los ciudadanos contemos con mejores posibilidades de actuar con información suficiente, veraz y transparente, así como una mayor seguridad.
Por lo pronto solo recordemos que a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña, la nombró un personaje que actuaba en nombre de una élite –caterva, se lee más fuerte, descriptivo y mejor- de corruptos, traidores, vendepatrias, hambrientos de poder económico y todo lo que se quieran agregar, que siempre será poco.
Y de ahí para abajo. Todos los que llegaban al poder judicial eran igual de corruptos
.
Nadie representaba al pueblo ni podían hacerlo porque, desde los jueces para arriba, llegar a un cargo público en el poder judicial era como sacarse la lotería y vivir como jeques.
Así, a uno días de la elección, concluyo diciendo que por muy mal que nos vaya en el porcentaje de votantes, nada será peor a lo que vivimos durante decenas de años en la antidemocracia prianista.
* Jesús Vargas Valdés es un biólogo e historiador nacido en Hidalgo del Parral, Chihuahua. Miembro de la Academia Nacional de la Historia en calidad de miembro corresponsal nacional. Es investigador de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, con especialidad en el tema de la Revolución Mexicana, y articulista frecuente en diversos medios de comunicación, así como autor de diversos libros con temática revolucionaria.
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