El “Estado de la Acción Climática” de 2023 concluyó que el progreso realizado en el cierre de la brecha mundial en la acción climática sigue siendo lamentablemente inadecuado: 41 de los 42 indicadores evaluados no están en camino de alcanzar sus objetivos para 2030.
4 Vientos
Por el calentamiento global, tan solo en 23 años se han derretido 28 billones de toneladas de hielo de los polos y de los glaciares de alta montaña. En Los Andes o el Himalaya, por citar dos casos, los glaciares se están perdiendo a tasas sin precedentes, algunas 30 por ciento más altas que hace algunas décadas (Imagen: Gaceta UNAM).
El progreso de más de la mitad de estos indicadores, afirma el estudio, sigue estando muy lejos de estar bien encaminado, de modo que los esfuerzos recientes “deben acelerarse al menos el doble en esta década”.
Peor aún, otros seis indicadores van en la dirección equivocada por completo, destacó el documento que un grupo de 26 especialistas, encabezados por Sophie Boehm -investigadora asociado sénior del Laboratorio de Cambio de Sistemas-, realizaron con apoyo financiero, académico y científico del Bezos Earth Fund, Climate Action Tracker (un proyecto de Climate Analytics y NewClimate Institute), la Fundación ClimateWorks, los Campeones de Alto Nivel del Cambio Climático de la ONU y el Instituto de Recursos Mundiales.
Dentro del conjunto de rezagados, los esfuerzos para poner fin a la financiación pública de los combustibles fósiles, reducir drásticamente la deforestación y ampliar los sistemas de fijación de precios del carbono experimentaron los reveses más significativos para el progreso en un solo año, en relación con las tendencias recientes.
En 2021, por ejemplo, la financiación pública de los combustibles fósiles aumentó considerablemente, y los subsidios gubernamentales, en concreto, casi se duplicaron con respecto a 2020 para alcanzar los niveles más altos vistos en casi una década.
Y en 2022, la deforestación aumentó ligeramente a 5,8 millones de hectáreas (Mha) en todo el mundo, perdiendo una superficie de bosques mayor que el tamaño de Croacia en un solo año.
Pero en medio de tan malas noticias, varios puntos brillantes subrayan la posibilidad de un cambio rápido.
En los últimos cinco años, la participación de los vehículos eléctricos en las ventas de automóviles de pasajeros ha crecido exponencialmente a una tasa anual promedio del 65%, pasando del 1,6% de las ventas en 2018 al 10% de las ventas en 2022.
Durante 2022, los vehículos eléctricos representaron 0.5% de las unidades vendidas en México, la cifra aumenta a 4.7% si se contemplan los híbridos, según datos de la Asociación de la Industria Automotriz de México. Y en 2023 se vendieron 14 mil 45 autos totalmente eléctricos, 2.5 veces más respecto a lo registrado un año antes, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Por primera vez en esta serie de informes, estos avances sitúan a este indicador en la senda de 2030.
Los esfuerzos mundiales van en la dirección correcta a un ritmo prometedor, aunque todavía insuficiente, para otros seis indicadores, y con el apoyo adecuado, algunos podrían experimentar pronto cambios exponenciales.
“Y entre todos los indicadores que van en la dirección correcta, los centrados en el aumento de la divulgación obligatoria de riesgos climáticos corporativos, las ventas de camiones eléctricos y la participación de los vehículos eléctricos en la flota de automóviles de pasajeros experimentaron las ganancias más significativas en un solo año, en relación con las tendencias recientes”.
Aun así, será necesaria una enorme aceleración de los esfuerzos en todos los sectores para encaminarse hacia 2030. Por ejemplo, el mundo necesita:
1.- Aumentar drásticamente el crecimiento de la energía solar y eólica.
La participación de estas dos tecnologías en la generación de electricidad ha crecido en un promedio anual del 14 por ciento en los últimos años, pero debe alcanzar el 24 por ciento para encaminarse hacia 2030.
La generación de la energía eólica, junto con la solar, es uno de los pilares en la lucha por cambiar la dinámica del calentamiento global (Foto: World Resources Institute).
2.- Eliminar gradualmente el carbón en la generación de electricidad siete veces más rápido que las tarifas actuales.
Esto equivale a retirar aproximadamente 240 centrales eléctricas de carbón de tamaño medio cada año hasta 2030. Sin embargo, la construcción continua de energía a carbón aumentará el número de plantas que deben cerrarse en los próximos años.
3.- Ampliar la cobertura de la infraestructura de tránsito rápido seis veces más rápido.
Esto equivale a construir sistemas de transporte público aproximadamente tres veces el tamaño de la red de trenes subterráneos, carriles para autobuses y vías de tren ligero de la ciudad de Nueva York cada año a lo largo de esta década.
4.- La tasa anual de deforestación, equivalente a deforestar 15 campos de fútbol por minuto en 2022, debe reducirse cuatro veces más rápido durante esta década.
5.- Cambiar a dietas más saludables y sostenibles ocho veces más rápido reduciendo el consumo per cápita de carne de vacas, cabras y ovejas a aproximadamente dos porciones por semana o menos en las regiones de alto consumo (América, Europa y Oceanía) para 2030.
Este cambio no requiere reducir el consumo de las poblaciones que ya consumen por debajo de este nivel objetivo, especialmente en los países de bajos ingresos, donde los aumentos modestos del consumo pueden impulsar la nutrición.
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