La pandemia de covid-19 provocó descensos, a nivel global, en el número de vacunas administradas contra el sarampión, lo que dio lugar a personas más susceptibles y a más comunidades con una cobertura de protección inferior al 95%, que es la necesaria para la inmunidad colectiva en el caso de la enfermedad. El resultado directo es la aparición de más brotes en todo el mundo.
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El número de casos confirmados por la OMS de la enfermedad aumentó en 79% entre 2022 a 2023 (Foto en invdes.com.mx).
"Tendemos a pensar que el sarampión es una infección inofensiva y prácticamente erradicada, pero no es así. Se trata de una patología grave originada por un virus altamente contagioso, de fácil propagación, que se puede contraer a cualquier edad y que puede acarrear complicaciones severas e, incluso, la muerte", manifestó Raúl Rivas González, miembro de la Sociedad Española de Microbiología en la Universidad de Salamanca.
Consideró que el descenso en la cobertura de la vacunación mundial en los últimos años explica el incremento en su incidencia: En 2022, los casos confirmados de sarampión aumentaron un 18%, y las muertes un 43% en comparación con 2021. Eso elevó el número estimado de afectados a nueve millones, y los fallecidos a 136 mil, principalmente entre niños menores de 5 años.
"Y vamos peor. en comparación con ese periodo, en 2023 hubo un incremento en el número de brotes y enfermos de sarampión notificados a nivel mundial: 306 mil 291 casos contra 171 mil 156 de 2022, lo que representó un aumento del 79%"
La mayoría de esos casos se dio en Yemen, India, Etiopía, Kazajistán, Azerbaiyán, Rusia, Irak y Pakistán, pero la delegación americana de la Organización Mundial de la Salud (OMS) también activo la alerta epidemiológica¨.
Se calcula que una simple disminución del 15% en las vacunas rutinarias contra el sarampión podría aumentar la carga de muertes infantiles en casi un cuarto de millón en los países más pobres.
"Suspender las campañas de vacunación masivas es particularmente pernicioso en países castigados por conflictos bélicos. Entre otras cosas, porque la desnutrición entre los niños y las madres en estas regiones es muy común, y aumenta la mortalidad de aquellos que también están afectados por la enfermedad".
Los infantes en naciones pobres, los más vulnerables (Imagen en madreshoy.com).
Recordó que el desarrollo de sarampión grave está asociado a los siguientes factores: la corta edad del paciente, la desnutrición, la deficiencia de vitamina A, sufrir otras infecciones y los deficientes niveles de higiene. En esos casos, las complicaciones más comunes son otitis media, neumonía, diarrea, encefalitis post infecciosa, panencefalitis esclerosante subaguda.
La letalidad, de 1 a 3 por mil casos, es más alta en niños menores de 5 años y entre personas inmunocomprometidas. Seis de cada 10 muertes asociadas al sarampión están causadas por neumonía.
El diseño de la vacuna contra el sarampión a finales de la década de 1960 y su uso generalizado redujeron significativamente la morbilidad y la mortalidad. En 1980, antes de que se generalizara la inmunización, esta dolencia se cobraba unos 2,6 millones de víctimas mortales por año.
De hecho, se estima que las vacunas evitaron 25,5 millones de fallecimientos entre 2000 y 2019, la que la convierte en una de las mejores inversiones en salud pública de la historia.
El alarmante resurgimiento de la enfermedad en 2023 y lo que va del 2024, destacó el profesional, recuerda la importancia de identificar y abordar las desigualdades en materia de inmunización en todos los países, para lograr y mantener una alta cobertura en todas las comunidades.
"Por suerte, la enfermedad se puede prevenir con la vacuna MMR, que protege contra el sarampión, las paperas y la rubeola. Los niños deben recibir dos dosis para garantizar que sean inmunes".
Infografía en infovacunancion.com.mx
Subrayó que, en general, en las naciones donde el sarampión es común, la primera dosis se aplica a los 9 meses de edad y entre los 12 a 15 meses en otros lugares. Dos dosis de vacuna MMR tienen aproximadamente un 97% de eficacia para prevenir el mal, aunque una sola aplicación ya alcanza el 93% de efectividad.
"No olvidemos que la vacuna contra el sarampión es una herramienta extraordinaria, segura y eficaz que nos permite controlar la enfermedad de forma responsable, enérgica y eficiente".
El virus del sarampión pertenece a la familia Paramyxoviridae y al género Morbillivirus. El reservorio del virus es estrictamente humano y se transmite entre personas por gotitas respiratorias y por vía aérea. La OMS reconoce 24 genotipos del sarampión.
Desde 2011 circulan a nivel mundial ocho genotipos, aunque tres son los responsables de la mayoría de los brotes: el H1, endémico en China; el B3, que se presenta principalmente en los países africanos, donde surgió; y el D8, que se originó en Asía en la década de 1980, pero ahora se extendió por todo el mundo.
El genotipo D8 es responsable habitual de los brotes que en los últimos años se han dado en Europa, América del Norte y Asia.
En México, la Secretaría de Salud reportó que, en 2024, hasta la semana 5, se habían notificado 140 casos probables de sarampión o rubeola, hasta hoy sin confirmar; y que en el periodo 2021 a 2023 no se comprobó ningún caso de la enfermedad.
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