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Foto del escritorJavier Cruz

INFORMACIÓN: Va gobierno de BC por segunda ampliación de la planta "Las Arenitas"

La Secretaría para el Manejo, Saneamiento y Protección del Agua (Seproa) de Baja California inició, el pasado 11 de julio, los trámites ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para poner en marcha la segunda etapa de la ampliación de la planta de tratamiento de aguas residuales urbanas “Las Arenitas”, en Mexicali, un raro caso de éxito ecológico en México.

 

Javier Cruz / 4 Vientos



El humedal y la planta de tratamiento en Mexicali (Imagen: Cespm).


Es la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (Cespm) quien ingresó a procedimiento de evaluación (PEIA) el Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto “Rehabilitación y/o mejoramiento y ampliación de capacidad de operación” de la planta, hasta un flujo proyectado de mil 900 litros por segundo de agua tratada.


De obtener el permiso ambiental para el proyecto actualmente en evaluación en la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA), se permitirá al gobierno bajacaliforniano aumentar la capacidad de la infraestructura, para lo cual se implementarán sistemas de aireación flotantes y aireadores superficiales en las lagunas donde se encuentra el sistema de reactor biológico secuencial, también conocido como SBR (Sequential Biological Reactor).


Se trata de un tipo de tratamiento biológico con la característica principal de que utiliza un único depósito para realizar las operaciones habituales de un proceso de fangos activados, y generalmente presenta dos depósitos en paralelo para alternar ciertas fases del proceso.


De acuerdo con la consultora ambiental TECPA, las ventajas de un reactor biológico secuencial sobre un proceso convencional son: 1.- Amplia flexibilidad de funcionamiento para cauces de entrada variables. 2.- Precios menores de construcción y, 3.- menores costos de explotación.


Pero el sistema igualmente tiene inconvenientes, como el requerir un mínimo de dos depósitos y sufrir desequilibrios de la carga hidráulica y la carga contaminante entre ambos depósitos, porque el tiempo de llenado depende del caudal de entrada.


Además, la operación es más complicada y puede ser diferente en cada reactor, por lo que requiere personal cualificado en la explotación; así como el hecho de que la eliminación biológica de nutrientes requiere un aporte continuo de carga orgánica.


De acuerdo con el resumen ejecutivo del manifiesto ambiental -clave: 02bc2024hd022-, no disponible al público en la Gaceta Ecológica de la DGIRA, el proyecto se ubica en un predio que se sitúa en el kilómetro 23 de la carretera federal número 5 (Mexicali-San Felipe), localizado al poniente de Cerro Prieto, en el ejido Heriberto Jara del municipio Mexicali.


La planta de tratamiento comenzó a funcionar en 2007 y su construcción completa finalizó en 2014. Recibe la totalidad de las aguas residuales del alcantarillado en Mexicali, líquido que en parte se deposita en un humedal artificial en donde se logra darle un tratamiento y filtrado que saneaba el agua, hasta 2021, para el 45% de la población de Mexicali, calculada entonces en casi un millón de habitantes.



Vegetación y aves conviven en el humedal, "un oasis en medio del desierto" (Imagen: Archivo).



La Cespm afirma que hasta ese mismo año el complejo de la planta de tratamiento tenía una extensión de 605 hectáreas, además de 120 hectáreas reforestadas y 99 hectáreas transformadas en humedal.


Fue en 2019 cuando se logró un acuerdo de voluntades entre instituciones y entidades públicas para fortalecer el plan de mejorar la calidad del agua de los efluentes de la planta.


La Comisión Nacional de Agua (Conagua), la ESPM), la Asociación Ecológica de Usuarios del Río Hardy y Colorado, el Sonoran Institute, The Nature Conservancy México y Pronatura Noroeste convinieron restaurar y conservar el humedal de Las Arenitas como una alternativa de conservación para recuperar y proteger los flujos de agua dulce, así como su vegetación y fauna.


De acuerdo con Pronatura, con el acuerdo se consiguió un incremento de 50% en los flujos de agua dulce y mejorar la calidad del agua que se libera hacia el Río Hardy, un popular punto recreativo para actividades como caza, pesca, navegación, natación y observación de aves, en un área de aproximadamente 12,000 acres-pies.


En 2022, Pronatura dio a conocer en un comunicado que las cifras que aportaba a esa fecha el “rescate ecológico” en Las Arenitas eran “alentadoras”, ya que consolidaba de manera “vibrante” la biodiversidad del humedal.


“Entre las aves con mayor presencia podemos destacar al zambullidor orejudo (Podiceps nigricollis), al zambullidor occidental (Aechmophorus occidentalis), al pato cucharón (Anas clypeata) y a la gallareta (Fulica americana)”.

Respecto a la fauna del humedal, la organización ambientalista manifestó que Las Arenitas era ya “un motor de vida silvestre” y albergaba una amplia gama de reptiles, felinos, aves y otras especies.


“Además, proporciona una belleza panorámica en la región… Es un auténtico oasis en medio del desierto”.


Asimismo, citó que algunos de los vegetales emergentes en este ecosistema son el tule del sur (Typha domengensis), el tule común (Typha latifolia) y el junco de tres puntas (Scirpus americanus).







“Además, el humedal proporciona una belleza panorámica en la región" (Imágenes: Archivo).



Pero también enumeró los impactos urbanos y rurales del proyecto hasta 2022:


“La Cespm indica que de los casi 30 millones de metros cúbicos de aguas residuales que se sanean anualmente, el 71% alimenta cuerpos acuáticos como el río Hardy y el 28% se destina al riego en los campos de algodón y forraje. El 1% restante se aprovecha en el riego forestal del propio humedal y, en menor medida, para el uso industrial”-


Estos destacables resultados provocaron que en septiembre de 2021 la Seproa anunciara una inversión de 320 millones de pesos para aumentar, en dos etapas, la capacidad de tratamiento de agua residual en Las Arenitas con lo cual beneficiaría a 500 mil habitantes de Mexicali.


La primera fase, ya aprobada al momento del anuncio, amplió de 840 a mil 200 litros por segundo (lps) la capacidad de tratamiento, para posteriormente llegar a la capacidad óptima de limpieza: mil 900 lps.


“El propósito es eliminar el riesgo de contacto con aguas residuales sin tratamiento al reemplazar la infraestructura sanitaria deteriorada, que está susceptible a fallas y fugas, y así contribuir a reducir la contaminación del agua y los riesgos de la salud humana asociados con las enfermedades de origen hídrico”, enfatizó la dependencia en un comunicado.

Las obras de la primera fase iniciaron en 2022. Contó con recursos de la Conagua, de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA, por sus siglas en ingles), así como del Banco de Desarrollo de América del Norte (Nadbank).


La participación financiera de la EPA se logró gracias a que el proyecto se concibió también para controlar los derrames de aguas negras transfronterizas hacia Estados Unidos por medio del Río Nuevo.


Esto hace que el proyecto en Las Arenitas esté muy alejado de los propósitos mediáticos y propagandísticos de la transnacional The Coca Cola Company que, en 2021, puso en marcha en un terreno que el gobierno estatal le donó en Guadalupe Victoria, Mexicali, la construcción del primero de cuatro humedales artificiales que con 137 millones de pesos creará en territorio mexicano.


De ser aprobado este año el MIA de la segunda fase del proyecto ambiental Las Arenitas, los mismos patrocinadores financieros que hicieron posible la primera etapa, volverán a ser los principales aportadores de recursos al humedal.


“Un ejemplo destacado –según Pronatura- de cómo la tecnología y la naturaleza pueden colaborar para sanear aguas residuales y preservar el medio ambiente”.


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