Pasé el miércoles 1 de mayo respondiendo solicitudes de medios de comunicación de todo el mundo: Atlanta, Londres, Dublín, Singapur y otros lugares. Todos los presentadores tenían la misma pregunta: ¿Qué pasó en la Universidad de California Los Ángeles (UCLA)?
Jaweed Kaleem* / Edición 4 Vientos
La policía realiza un arresto mientras se enfrentan a estudiantes pro palestinos después de destruir parte de la barricada del campamento en el campus de la UCLA en California, a primeras horas de este 2 de mayo de 2024 (Imagen de Etienne Laurent)
Después de casi siete meses de protestas globales por la guerra entre Israel y Hamas, y el surgimiento de docenas de campamentos estudiantiles en universidades estadounidenses, parecía que el mundo, al menos por un día, tenía sus ojos puestos en California.
Las emisoras de noticias querían entender la línea entre la libertad de expresión y el discurso de odio, cómo las universidades privadas como la USC manejan las protestas en comparación con las públicas, como la californiana de Los Ángeles, y cómo las universidades deciden cuándo llamar al Departamento de Policía u otras fuerzas del orden.
Es difícil explicar un movimiento de protesta complejo y las reacciones a él en un fragmento de sonido.
Les dije a los medios de comunicación extranjeros que los manifestantes estudiantiles en general están pidiendo la desinversión de Israel, algo a lo que muchas universidades se han resistido, y que las instituciones de educación superior típicamente a favor de la libertad de expresión están luchando con la mayor ola de manifestaciones en el campus desde el movimiento por los derechos civiles de la década de 1960.
Se ha complicado aún más porque los cánticos y frases propalestinos son considerados antisemitas y "genocidas" por los grupos proisraelíes. Las denuncias de odio antiárabe y antimusulmán también han aumentado. Muchos estudiantes están asustados.
En la UCLA, la situación se convirtió el miércoles por la mañana en lo que el rector Gene Block llamó "un capítulo oscuro en la historia de nuestro campus".
El interés urgente de los medios de comunicación se produjo después de que los contra manifestantes atacaran un campamento propalestino en la universidad desde la noche del martes hasta la madrugada del miércoles, antes de que el Departamento de Policía de Los Ángeles y la Patrulla de Caminos de California aparecieran para sofocar el tumulto.
La violencia se produjo poco después de que la universidad declarara que el campamento, que surgió hace una semana, violaba la política del campus.
El campamento de la UCLA es similar a docenas de campamentos de tiendas de campaña pro-palestinas en las universidades estadounidenses.
Los contra manifestantes atacan un campamento pro-palestino establecido en el campus de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) cuando estallan enfrentamientos en Los Ángeles en la noche del 1 de mayo de 2024 (Imagen: Etienne Laurent)
Vestidos con trajes negros y máscaras blancas, los contra manifestantes intentaron derribar las barricadas que rodeaban el campamento.
Las personas que se encontraban dentro del campamento, algunas con madera en la mano y con gafas y cascos, se manifestaron para defender el perímetro del lugar.
Durante varias horas, los contra manifestantes lanzaron objetos, entre ellos madera y una barrera metálica, contra el campamento y las personas que se encontraban en su interior.
La gran multitud, en su mayoría hombres, roció gas lacrimógeno para osos, encendió bombas fétidas y lanzó fuegos artificiales cerca del perímetro del campamento y, en al menos un caso, dentro del campamento.
Las peleas estallaron en repetidas ocasiones. Algunos trataron de entrar por la fuerza en el campamento, y el bando propalestino utilizó gas pimienta para defenderse.
Los manifestantes y los espectadores del lugar dijeron que al menos 15 personas resultaron heridas.
A primera hora de la mañana de este jueves 2 de mayo, la policía se había trasladado al campamento, desmantelado muchas de las tiendas de campaña, expulsado a la mayoría de los manifestantes y realizado numerosos arrestos.
Las organizaciones judías han condenado la violencia, diciendo que no representa al movimiento proisraelí.
"Las acciones abominables de unos pocos contra manifestantes anoche no representan a la comunidad judía ni a nuestros valores. Creemos en el discurso pacífico y cívico", dijo la Federación Judía en un comunicado.
El capítulo de Los Ángeles del Consejo de Relaciones Americano-Islámicas (CAIR-LA) también ha intervenido.
"Condenamos enérgicamente a esta turba de extremistas proisraelíes por atacar violentamente a los estudiantes en el campamento de la UCLA anoche y hacemos un llamado a los líderes políticos para que hagan lo mismo", dijo el director ejecutivo de CAIR-LA, Hussam Ayloush, en un comunicado.
"La libertad de expresión nunca debe ir acompañada de crímenes de odio. Los extremistas proisraelíes responsables de la violencia de anoche deben ser identificados y enjuiciados”, agregó.
Un equipo de reporteros del Times compiló una cronología de cómo se desarrolló la violencia en la UCLA, explicó los detalles del ataque desde el interior del campamento y por qué la policía tardó horas en sofocarlo. Cuatro estudiantes de periodismo de la UCLA describieron cómo estaban entre los atacados.
En una carta a la Junta de Regentes de la Universidad de California obtenida por The Times, el presidente de la Universidad de California (UC), Michael V. Drake, escribió que “hay suficiente confusión" en torno a la violencia como para ordenar una revisión independiente de la planificación de la universidad, sus acciones y la respuesta de las fuerzas del orden.
Cinco horas de tensión y violencia extrema en la UCLA, esta madrugada (video de RTVE Noticias).
La violencia en la Universidad de California en Los Ángeles ha puesto de relieve los intensos temores entre los estudiantes de todo el país a medida que el conflicto entre Israel y Hamas fomenta la escalada de protestas en los campus. Así como los informes de agresiones físicas y verbales, revelación de datos personales (doxxing) y amenazas a las carreras académicas y profesionales.
La redactora del Times, Teresa Watanabe, informó sobre un nuevo estudio nacional dirigido por la Universidad de Chicago que, por primera vez, ha documentado esos temores en detalle, así como las razones de los mismos, junto con las actitudes de los estudiantes hacia el genocidio, el antisemitismo, la islamofobia y las posibles formas de calmar las tensiones.
El estudio encontró que el 58% de los estudiantes que se identificaron como judíos y el 52% de los que dijeron ser musulmanes han temido por su seguridad desde el 7 de octubre. Un 16% adicional de ninguno de los dos orígenes también expresó temores. Esto representa hasta 3 millones de estudiantes en todo el país.
"Los temores en el campus son más intensos y están más extendidos de lo que conocíamos anteriormente", dijo Robert Pape, profesor de ciencias políticas de la Universidad de Chicago y director del Proyecto de Chicago sobre Seguridad y Amenazas, quien escribió el informe.
En un hallazgo, alrededor del 10% de los estudiantes universitarios permitirían que los grupos estudiantiles llamaran al genocidio contra los judíos, y el 13% de los alumnos dicen que cuando los judíos son atacados, es porque se lo merecen.
El mismo porcentaje permitiría ese llamamiento contra los musulmanes.
* Jaweed Kaleem es corresponsal nacional de Los Ángeles Times y cubre una variedad de temas que van desde la religión hasta la política. Es un reportero galardonado que ha obtenido una gran cantidad de conocimientos de sus experiencias profesionales en los medios.
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