Para 2050, entre el 40% y el 80% de la población de México vivirá en un estrés hídrico elevado, según un reciente reporte del Instituto de Recursos Naturales (Word Resources Institute).
Amigzaday López Beltrán / Mongabay / Edición 4V
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Al país se le está acabando el tiempo para revertir una crisis hídrica que en los próximos años no hará más que empeorar, afirma José Antonio Ordoñez Díaz, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y experto en cambio climático.
Dice que este problema acuático ha sido olvidado durante más de 50 años, lo que provocó una disminución del 70% del agua per cápita a nivel nacional.
A finales de julio de 2023, casi la mitad de México presentaba sequías de moderadas a graves, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Algunas personas han estado culpando al cambio climático y al calor extremo por el trance actual del país.
Ordoñez también culpa a la corrupción, que ha permitido que muchas empresas paguen lo que quieran por el uso ilimitado del agua sin tener en cuenta a la población.
"El agua disponible no es mucha, pero políticamente siempre se divide per cápita, y no se menciona el uso que las empresas hacen de ella. Por ejemplo, cuando las compañías venden cerveza o refrescos, exportan agua".
El especialista atribuye el empeoramiento en la disponibilidad del líquido, a la negligencia del gobierno la hora de hacer cumplir leyes como las Normas Oficiales Mexicanas (NOM's, que son reglamentos técnicos para garantizar la conservación, la seguridad y la calidad del uso del agua.
Más de 50 años de corrupción desembocan en graves dificultades para conseguir el recurso fundamental para la vida (Foto en terceravia.mx)
Asimismo, a la falta de voluntad de la ciudadanía para reconocer el riesgo medioambiental de la escasez del recurso.
Desde hace casi tres décadas, el académico universitario alerta sobre el cambio climático, la falta de agua y la corrupción.
"Las empresas funcionan bien en donde existe una legislación adecuada sobre los recursos naturales, pero donde la corrupción es rampante, ninguna compañía se comportará bien, y existe la posibilidad de robo".
Así, la escasez de agua en México se ha convertido en una situación habitual en todas partes.
De acuerdo con cifras incluidas en el estudio Perspectivas del Agua en México elaborado por la Red del Agua de la UNAM, la UNESCO y la asociación civil Agua Capital, en 2022 solamente 78 millones de los más de 120 millones habitantes del país tenían acceso diario al agua en casa; seis millones de personas no tenían acceso a agua potable y 11 millones no tenían acceso a servicios sanitarios.
El mismo informe señala que el 71% del territorio nacional presenta estrés hídrico alto o muy alto.
Gráfica en tec.mx
Ordoñez Díaz advierte que es probable que la escasez de agua en las ciudades mexicanas aumente, lo que perjudicará al ganado, los cultivos, la energía y los alimentos.
"Existe un equilibrio negativo respecto del agua que utilizamos y recibimos, lo que pone en peligro el desarrollo de los ecosistemas de vida y de cualquier industria que utilice poca de ella. Además, su falta sólo conducirá a protestas más violentas y frecuentes".
El especialista insiste en la importancia de pagar a las comunidades que ya brindan servicios medioambientales, como la captación y almacenamiento de agua, y de trabajar en ellas.
"Necesitamos comenzar a nivel local para aumentar la acción y el control, pero la corrupción y los conflictos de intereses con los urbanizadores o las empresas de cerveza o refrescos hacen que esto sea muy difícil".
Y concluye: "Ni el dinero ni la tecnología son vitales, sino una compresión respetuosa de cómo desarrollarnos para co-crecer sin dañar más la naturaleza, porque al hacerlo nos estamos dañando a nosotros mismos".
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