Aunque México es un importante centro de tráfico del fentanilo, un opioide sintético altamente potente, hasta ahora ha evitado una epidemia de consumo dentro de sus propias fronteras.
Laura Gottesdiener y Brendan O´Boyle / Agencia Reuters / Edición 4V
Adicto al fentanilo (Telemundo).
Pero entrevistas con más de dos docenas de investigadores de drogas y funcionarios de salud, así como datos obtenidos por solicitudes de libertad de información, revelan que el uso de la droga se está infiltrando cada vez más en México, a pesar de que la escala de consumo se ve empañada por la falta de datos y pruebas.
El temor de algunos investigadores y funcionarios es que el uso de fentanilo pueda seguir la trayectoria de la metanfetamina en la última década, dijeron seis de las fuentes, Esa droga comenzó como un producto con destino a Estados Unidos, pero se transformó en un problema interno de drogas en los 10 últimos años.
La Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones (Conasama) de México ha clasificado al fentanilo como una "droga emergente" debido a un aumento en los usuarios que buscan tratamiento, a pesar de que los consumidores de opioides representan menos del 2% de las aproximadamente 168 mil personas que buscaron ayuda contra las drogas en 2022, el año más reciente para el que hay datos oficiales disponibles.
"El fentanilo no es un problema de salud pública en este momento", dijo Evalinda Barrón, directora general de la Conasama, Aun así, dijo, "es una preocupación".
A diferencia de Estados Unidos, donde los potentes opioides sintéticos -como el fentanilo- causan decenas de miles de sobredosis mortales al año, México registró oficialmente menos de dos docenas de muertes relacionadas con estos productos en 2021, el último año para el que se dispone de datos gubernamentales.
La Secretaría de Salud de México ha reconocido públicamente lagunas en los datos. El ministerio no respondió a una solicitud de estadísticas más recientes. La oficina del presidente no respondió a las preguntas para este trabajo.
Por su parte, la Secretaría de Seguridad Pública remitió a Reuters a los comentarios públicos de la ministra Rosa Icela Rodríguez de que México trabaja con Estados Unidos y Canadá para detener el tráfico de drogas sintéticas.
México está mucho menos predispuesto que Estados Unidos a una epidemia de fentanilo, dicen algunos funcionarios de salud y expertos, porque no tiene el mismo historial de abuso de analgésicos recetados y consumo de heroína.
Aun así, las autoridades están haciendo sonar la alarma, incluso a través de una campaña de información pública que advierte de los riesgos de la droga a través de la radio, internet y en las escuelas.
El presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo en enero que, si bien el consumo de fentanilo era bajo, el país "tiene que tener cuidado con él" y que buscaba más información sobre su uso en diversos estados.
En Estados Unidos su consumo llega a rango de epidemia (Foto: Washington Post).
Por ejemplo, en Nuevo León, el número de cadáveres que dan por positivo por fentanilo han ido en aumento, según datos de la Fiscalía General de la República (FGR).
En 2013, un cadáver dio positivo. En 2018, fueron 47. Para 2023, 180 cuerpos dieron positivo, cantidad que representó alrededor de 4% de los miles de autopsias que la oficina del fiscal general realizó el año pasado.
Los rastros en los cuerpos de Nuevo León no significan que el fentanilo fue la causa de la muerte. Las autopsias en el estado a menudo se llevan a cabo cuando la causa sospechosa del deceso fue un accidente vehicular u homicidio. Algunos pueden haber tenido fentanilo médico administrado legamente en sus sistemas.
Aun así, dijo Carlos Magis, profesor de salud pública en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), los datos apuntan a "la realidad de una epidemia creciente".
"El aumento es muy grave", dijo Magis, cuya investigación con colegas, incluido el seguimiento de los informes de los medios locales, estima que cientos de mexicanos pueden estar muriendo por sobredosis de opioides anualmente y no se registran en el sistema ministerial oficial.
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