Una multitud apasionada habló en apoyo de la Biblioteca Pública de Huntington Beach, California, en una reunión de cinco horas del Concejo Municipal esta semana. Cuando el concejo, de mayoría conservadora, votó a favor de continuar su exploración de la privatización de la biblioteca, los asistentes gritaron: "¡Vergüenza!".
Ryan Fonseca* / Edición 4 Vientos
Ahora, la guerra cultural en Estados Unidos por los libros y el conocimiento sin prejuicios ni imposiciones (Imagen: WhatsApp).
El bloque conservador, liderado por la alcaldesa Gracey Van Der Mark, dice que tienen la responsabilidad de encontrar la forma más barata de administrar la biblioteca, y eso incluye considerar la opción de contratar a una empresa externa para que se haga cargo de las operaciones diarias.
La gran participación de los partidarios de la biblioteca vio algo más: el último de una serie de esfuerzos orquestados e ideológicos por parte de la mayoría conservadora del Concejo Municipal para censurar libros, destituir a los bibliotecarios y desmantelar una querida institución pública.
Van Der Mark acusó públicamente a los trabajadores de las bibliotecas de la ciudad de "infectar a nuestros niños con obscenidad o pornografía" y redactó políticas que otorgan a un panel designado políticamente el poder de considerar que ciertos libros son inapropiados para la sección infantil, y potencialmente bloquear por completo los nuevos libros de la biblioteca.
Van Der Mark no respondió a múltiples solicitudes para hablar sobre el tema.
Los bibliotecarios dicen que se sienten vilipendiados por algunos miembros de la comunidad, que se han referido a ellos como pedófilos y groomers (acosadores cibernéticos de infantes) en público y en línea.
Un bibliotecario de alto rango renunció, citando la falta de apoyo de los líderes de la ciudad.
La ciudad de Huntington Beach, en el condado de Orange, de color rojo convertido en púrpura, se ha transformado en la “zona cero de California” en la guerra cultural nacional por el acceso a los libros, y los residentes y bibliotecarios de larga data que aceptaron platicar dicen que el enfoque en la biblioteca es desalentador.
Los libros nos unen, la censura nos divide: la protesta de la intelectualidad estadounidense (Foto: Getty Images).
"Los bibliotecarios y la biblioteca [están] bajo ataque", dijo Bárbara Richardson, bibliotecaria infantil jubilada. "Somos parte de una guerra de la que no queríamos formar parte".
Carol Daus, miembro de la junta directiva de Friends of the Huntington Beach Public Library, y Richardson, que trabajó como bibliotecaria de la ciudad durante 32 años, señalaron una pequeña nota en algunos estantes vacíos en la sección infantil de la renombrada Biblioteca Central de la ciudad.
Dice el aviso: "Los libros de esta sección de la colección de no ficción para niños pueden haber sido reubicados".
El espacio en las estanterías que alguna vez estuvieron llenas de libros para niños ahora contiene una nota que dice que ciertos títulos pueden haber sido trasladados en la sección para adultos en la Biblioteca Central de Huntington Beach.
La Resolución No. 2023-41, redactada por Van Der Mark y aprobada 4 a 3 por el consejo, ordenó al personal de la biblioteca que eliminara los libros de la sección infantil que se determinara que contenían "cualquier contenido de naturaleza sexual" y los reubicara en la sección de adultos.
Eso llevó a los bibliotecarios a revisar y sacar libros sobre la pubertad, la higiene femenina, el entrenamiento para ir al baño e incluso un libro sobre barcos. Pero después de las quejas, las revisiones y las reubicaciones se pusieron en pausa.
Los críticos dicen que los líderes conservadores de la ciudad están confundiendo libros destinados a proporcionar información a los adolescentes sobre la pubertad y la sexualidad humana con contenido sexual obsceno.
El espacio en las estanterías que alguna vez estuvieron llenas de libros para niños ahora contiene una nota que dice que ciertos títulos pueden haber sido reubicados en la sección para adultos en la Biblioteca Central de Huntington Beach. (Ryan Fonseca / Los Ángeles Times)
Los concejales que apoyan las nuevas políticas dicen que quieren asegurarse de que los padres conozcan el contenido de los libros antes de que sean prestados.
"No estamos prohibiendo libros", dijo el alcalde interino Pat Burns. "La verdadera intención de esto es proteger a los niños del veneno mental o de la visualización no deseada de material que probablemente no deberían ver".
Carol Daus y otros defensores de las bibliotecas sostienen que el argumento de proteger a los niños es una tapadera "performativa" para las batallas de acceso a los libros que se desarrollan en todo el país.
"Si hay tanto material peligroso en esta biblioteca, ¿por qué no han traído a la policía aquí y lo han retirado?", dijo Daus.
Daus y Richardson dijeron que aproximadamente 100 libros habían sido reubicados en una esquina de la sección para adultos, pero un grupo activista comunitario llamado HB Banned Books Story Time revisó la mayoría y ahora exhibe los libros en público para crear conciencia sobre los esfuerzos de la ciudad para no restringir el acceso a los libros y explorar la privatización.
"Se supone que las bibliotecas deben ser neutrales", dijo Richardson.
"¿Realmente queremos una biblioteca que sea solo un punto de vista?"
* Ryan Fonseca es un periodista que trabaja en el boletín Essential California del periódico Los Ángeles Times.
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